¿Cuál es el trabajo que realiza la EOI en Alicante?
En la Escuela, en general, desarrollamos tres tipos de proyectos. Uno relacionado con formación en gestión empresarial. Se forman a directivos y mandos intermedios para que sus empresas sean más competitivas. Nuestra especialidad es la formación en medio ambiente, energía y sostenibilidad, además de la transformación digital. Lanzamos programas propios o en colaboración con entidades. En nuestra zona de actuación, estamos haciendo programas formativos en Valencia y en Murcia. En Elche, haremos en septiembre uno de coaching ejecutivo. Y también desarrollamos los que nos proponen las propias empresas. Todo ello, como escuela de negocios. La segunda vertiente es la formación para el empleo juvenil y la tercera, la del coworking. En empleo joven, a nivel nacional, manejamos un presupuesto cercano a los 40 millones. Y en la zona gestionamos unos 4,5 millones.
¿Cómo se impulsa la empleabilidad de los jóvenes?
Nuestro objetivo no es que salgan alumnos con título. Lo importante son las oportunidades reales de contratación, por lo que hemos invertido el proceso tradicional. Hablamos con las empresas para conocer su demanda. A tenor de eso, la formación se enfoca a las necesidades del tejido empresarial que, incluso, se implica en la formación en los casos de oficios concretos en que sus especialistas son los más adecuados. Los proyectos de formación van acompañados de ayudas para que las empresas incorporen a esos alumnos, que tienen que ser desempleados menores de 30 años. Son ayudas de hasta 4.500 euros por cada alumno contratado seis meses. El programa está implantado en toda España, y trabajamos con ayuntamientos, instituciones o entidades empresariales. En nuestra zona, lo estamos haciendo en Valencia, en Murcia, en Alicante, en Elche o en Ibi.
¿Y en qué consiste el proyecto coworking?
En España, tenemos 50 espacios coworking en los que intentamos neutralizar las barreras que se puede encontrar un emprendedor. Les dejamos un espacio para trabajar y salas de reuniones. Además, la EOI les pone un mentor para que les acompañe durante los cinco meses que están aquí, marcándoles objetivos en el desarrollo de su plan de negocio. La finalidad es que cuando terminen tengan una idea de negocio validada en el mercado, que se pueda poner en marcha.
¿Qué se les pide para entrar al proyecto coworking?
Les pedimos que tengan como máximo seis meses de autónomo. La mayoría son desempleados. Todos los espacios tienen entre 16 y 22 proyectos. Ahora, tenemos en marcha seis: en Benissa, Alicante, Orihuela, Elche -que finalizó el viernes- en Murcia y en Cartagena. Nosotros abrimos una convocatoria y con los criterios públicos que marca la UE, seleccionamos a aquellos que tienen mayor potencialidad.
¿Y una vez que terminan, comienzan a emprender solos?
Los primeros coworking acabaron en marzo en Alicante y, el viernes finalizó el de Elche. Estamos programando foros de inversión para que los emprendedores tengan posibilidades de salir al mercado. Haremos uno en Málaga en junio, aprovechando un evento internacional de inversión, y juntaremos a 40 de nuestros coworkers de toda España.
Ahora hay muchas iniciativas de formación y emprendimiento, ¿cuál es la propuesta de la EOI?
Nuestra principal seña de identidad es que somos públicos. Somos la escuela de negocios más antigua de España, cumplimos ahora 62 años. La EOI es una fundación vinculada al Ministerio de Industria, que se plantea a la UE y que tiene financiación europea. Y estamos hablando de un volumen importante de emprendedores, unos 4.500 al año en España, de los que 130 proyectos corresponden a la provincia. El segundo elemento es que en tanto que es público y apalancado con fondos europeos, el proyecto es gratuito para los beneficiarios (los másters y formación específica de gestión empresarial sí es remunerada). En el programa de empleo joven hacemos convenios con los ayuntamientos y en el del coworking, en el caso de Alicante, con la Diputación. El espacio de Elche lo lanzamos nosotros. En realidad, hay colaboración con otras entidades en las zonas donde estamos implantados.
¿Qué es la metodología «Lean Startup» con las que trabajan?
Viene de Estados Unidos y lo que plantea a los emprendedores es que antes de nada, lo que tienen que hacer es salir a la calle. No vale si tu tienes una buena idea pero no la tienes validada en el mercado. Nosotros seguimos esta metodología y les damos diferentes tipos de herramientas para que chequeen esa idea con sus potenciales clientes, antes de trabajar directamente en el plan de negocio. Esa consulta al mercado irá definiendo y mejorando el proyecto. Funcionamos con lo que denominamos el producto mínimo viable, con un prototipo para que la gente entienda la finalidad. Se trabaja con maquetas, en su caso, como si estuvieran haciendo manualidades. Las Escuelas de Negocios están volviendo a metodologías creativas como la plastilina, incluso, los legos.
¿Qué perfil de edad tienen los usuarios?
En el coworking, tenemos más perfiles empresariales que se reinventan. Personas que salen de trayectorias profesionales truncadas y que emprenden con edades de entre 35 y hasta 60 años. En el empleo joven, son chavales que están buscando su lugar en el mundo laboral.
¿Cree que hay una saturación de iniciativas para impulsar el emprendedurismo?
La figura del emprendedor es una figura muy atractiva, se percibe como la persona de éxito que sale delante con su proyecto. Es cierto que muchas instituciones y entidades han lanzado iniciativas que giran en torno al mundo del emprendimiento. Pero no me atrevería a decir si hay una burbuja, sí existe una oferta amplia y creo que habrá un proceso de selección natural entre las entidades que prestan este tipo de servicio a corto plazo.
¿Y cómo se gestiona el fracaso en gente que ni tan siquiera ha iniciado la aventura empresarial?
Con la metodología «Lean Startup», nosotros lo gestionamos desde el principio, enfrentándolos al mercado. Porque puedes tener muy buena idea, pero si no la contrastas con tu público objetivo, te puedes estrellar. También organizamos otro tipo de eventos a los que traemos a gente que ha fracasado en algún momento y cuenta el porqué, qué ha aprendido y cómo se puede salir adelante.
¿A tenor de su experiencia, por dónde va el emprendedurismo en Alicante?
Nosotros nos encontramos más con proyectos vinculados a los sectores productivos de cada territorio, pero con un punto de innovación.
