La economía alicantina comienza a tomar el pulso de nuevo, tras el largo periodo de crisis, pero la creación de empleo conserva algunos de los tics que caracterizaron a la contratación durante el periodo recesivo. Y uno de los colectivos más afectados es el de los jóvenes. Lo fue entonces y, a tenor de los últimos datos, lo son ahora. La contratación a los menores de 25 años sigue arrojando balances negativos.

En el primer cuatrimestre del año, en la provincia se realizaron 30.922 contratos a jóvenes de menos de 25 años. Una cifra que supone un descenso del 36% en relación al mismo periodo de 2007, justo antes de que la crisis mostrara los efectos más adversos en las últimas décadas en el mercado laboral. El descenso se concreta en 17.384 contrataciones menos a los más jóvenes, pese a ser la franja de edad que en Alicante soporta la tasa de paro más elevada. Un 46,4% de su población activa, cuando la media provincial se sitúa en el 19,8%.

«La exigencia de dos años de experiencia laboral es con lo que se encuentran en estos momentos la mayoría de los jóvenes de la provincia cuando tienen delante una oferta de trabajo, por lo que les es más difícil acceder a su primer empleo», advertía Yolanda Díaz, de UGT-l'Alacantí-La Marina. Los universitarios recién licenciados o los jóvenes con estudios en ciclos formativos siguen teniendo «serias dificultades» para entrar en el mercado de trabajo, «pese a los síntomas de reactivación», añadía la representante sindical.

En un estudio del sindicato, basado en datos del Servicio Público de Empleo (Sepe) y del Servicio Valenciano de Empleo y Formación (Servef), se refleja que en el siguiente tramo de edad -de 24 a 44 años- la contratación sí registra un mejor comportamiento que hace diez años.

No obstante, la diferencia es de apenas 3.699 contratos más en el primer cuatrimestre de este año que en el de 2007, pese a que, junto a la temporada turística del verano, es uno de los periodos de impulso del empleo en el comercio y el sector turístico, al coincidir en esas fechas el final de la campaña de Navidad, con el inicio de la de rebajas y la de las vacaciones de Semana Santa.

«Precisamente, ahora, como la mayoría de contratos que se realizan son temporales (el 89% del total de enero a abril), las empresas prefieren emplear a personas con experiencia para un puesto en el que estarán poco tiempo», añade Yolanda Díaz. La dualidad de la contratación es otro de los aspectos que se mantienen en esta etapa postcrisis. Incluso se ha agudizado la tendencia del empleo eventual frente al estable. Hasta abril, la contratación temporal no sólo se acerca al 90% del total de la registrada en el periodo en Alicante, sino que, además, supone un aumento del 6,5% en relación al primer cuatrimestre de 2007.

Menos empleo fijo

Antes de la crisis, el empleo fijo era la gran aspiración de todo trabajador. «Lamentablemente, ahora, la gente acepta ofertas laborales, aunque suponga mayor precariedad ante la necesidad de aportar ingresos al hogar», subrayaba José María Ruiz Olmos, responsable de Empleo y Comunicación de CC OO en l'Alacantí-Les Marines. De hecho, la creación de trabajo estable ha sufrido un retroceso. Los empresarios alicantinos realizaron hasta abril 5.182 contratos fijos menos (-19,6%) que en el mismo periodo de 2007.

Aunque resulte paradójico con la mayor tasa de paro que registran las trabajadoras alicantinas: del 20%, frente al 19,6% entre los hombres, y de que hasta abril, el 57% de los contratos se han destinado a los hombres, en la comparativa de estos cuatro meses con los de hace diez años, la contratación femenina registra una subida del 7,8%, mientras que la masculina baja ligeramente, un -0,5%. La pregunta es por qué se emplea ahora a más mujeres que antes. Y la respuesta que tienen los sindicatos es «porque están más relacionadas con la situación de actividades más feminizadas, que se han mantenido en este periodo de crisis económica, al contrario que las vinculadas con la construcción, que ha sido el único sector que ha reflejado esa situación de deterioro del empleo creado», explicaba Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina.

Ruiz Olmos también asocia la mayor contratación de mujeres a la precariedad. «A mayor aumento del empleo en precario, con peores condiciones laborales y a jornada parcial, más contratación femenina, sobre todo en el sector servicios», resumía el representante sindical.

«Fragmentación» del trabajo

En este sentido, Yaissel Sánchez incidía en que las políticas para activar la contratación de mujeres en estos años, «ha tenido como resultado el incremento de su ocupación. Pero hay que incidir en que, pese al aumento, la precariedad en la contratación ha sido la tónica en estos diez años. Se ha transferido el trabajo estable, a jornada completa, a la fragmentación cada vez mayor de empleos a tiempo parcial». La contratación por horas entre las mujeres ha crecido un 71,97% en relación a hace una década. «Un puesto fijo de antes, ahora supone dos o tres contratos a jornada parcial», añaden Yaissel Sánchez y Yolanda Díaz.

Por otra parte, otro colectivo que también ha sufrido los efectos de la crisis ha sido el que conforman los trabajadores de más de 44 años. En el análisis comparativo se refleja que, igualmente, la creación de empleo en esta franja de edad ha sido superior en relación a hace diez años. Hasta abril fueron 47.987 los nuevos contratos realizados a trabajadores de más de 44 años, frente a los 28.966 del mismo periodo de 2007.

Los sindicatos encuentran una de las razones de esta mejoría a las bonificaciones a las que pueden acogerse las empresas por impulsar la contratación. «Estos trabajadores hace 30 años tendrían un empleo fijo y ahora tienen experiencia y un buen currículum, pero el contrato es temporal», añade Yolanda Díaz.