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La apuesta alicantina de los creadores de Angry Birds

Fun Academy elige el centro ULab de Alicante para ubicar uno de sus equipos de desarrolladores

La apuesta alicantina de los creadores de Angry Birds

Cuando los responsables de la compañía finlandesa Rovio lanzaron al mercado Angry BirdsAngry Birds probablemente no esperaban que los pollos malhumorados que protagonizan el juego se convirtieran en un fenómeno mundial ni tampoco que la propia compañía sería todo un referente de la industria del entretenimiento. Lo que sí vieron fue el potencial de los videojuegos y de las nuevas tecnologías para impulsar un nuevo modelo de enseñanza -basado, en parte, en el propiosistema educativo finlandés-, en el que se fomenta el aprendizaje activo a través del juego.

Fue así como pusieron en marcha una división especializada dentro de la compañía que, tras cinco años, en enero de 2016, se escindió de su matriz para crear Fun Academy, una de las «startup» más prometedoras del momento que, en plena expansión, ha escogido Alicante -y más concretamente el centro de «coworking» ULab de la capital de la provincia- para ubicar uno de sus equipos de desarrolladores, que se sumarán a los que ya tienen en la propia Finlandia, Reino Unido o Brasil.

Una muy buena noticia para la economía local, que pone de manifiesto el potencial de la zona para atraer a nuevas compañías tecnológicas en crecimiento, que complementen el cada vez más incipiente ecosistema digital autóctono. La prueba de este atractivo es que Alicante competía con Estocolmo, Bratislava, Madrid y Barcelona por albergar la nueva delegación de la firma finlandesa y ha sido la capital de la provincia la que se ha llevado el gato al agua.

«Hicimos un estudio antes de decidirnos y Alicante era la mejor opción», apunta el «studio manager» de Fun Academy y responsable del nuevo equipo, Fábio Florencio, que se muestra convencido de que pronto llegarán a la provincia más empresas tecnológicas, atraídas por las buenas condiciones que ofrece la zona. De su análisis, concluyeron que Alicante es la tercera ciudad española con mayor disponibilidad de profesionales cualificados para la industria del videojuego, sólo por detrás de Madrid y Barcelona. Sin embargo, los salarios se mantienen alrededor de un 30% por debajo de los que se pagan en estas dos grandes urbes, donde empieza a haber escasez de programadores y desarrolladores y la competencia entre empresas ha disparado los sueldos. Además, otros costes como la vivienda son también hasta un 80% inferiores.

Conexiones internacionales

Pero no es el ahorro lo único que Alicante tiene a su favor -con este criterio, hubiera ganado Bratislava-, también han pesado las buenas conexiones internacionales del aeropuerto de El Altet -con vuelos casi diarios a Helsinki-, un «clima favorable al emprendimiento», y el interés del Gobierno autonómico por desarrollar la sociedad del conocimiento.

No en vano, el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se reunió la semana pasada con los máximos responsables de Fun Academy durante su visita a Finlandia, donde anunció que la «spin-off» de Rovio podría instalarse en la Ciudad de la Luz, claro está, si finalmente la Unión Europea autoriza su transformación en un «hub» tecnológico. Una opción que los directivos de la firma aún ven muy lejana, por lo que han preferido iniciar su desembarco en las instalaciones del ULab, donde desde hace una semana ya trabajan tres de los miembros del nuevo equipo, que se convertirán en doce antes de que acabe el mes.

Florencio se muestra muy satisfecho del nivel de los aspirantes que está entrevistando, entre los que, por ejemplo, hay profesionales que ya trabajan desde Alicante de forma remota para empresas norteamericanas del sector y que han visto una oportunidad en la llegada de Fun Academy. No obstante, el ejecutivo también quiere incorporar a becarios, porque considera que es importante formar al personal de acuerdo a las necesidades específicas del proyecto.

En cualquier caso, señala que los españoles «tienen reputación de ser buenos diseñadores», de destacar en el apartado artístico de la industria. Así, recuerda que uno de los artífices del aspecto de los populares Angry Birds es español.

Aprender jugando

La filosofía de Fun Academy es que «si te diviertes, aprendes más», recalca Fábio Florencio, por lo que han desarrollado una plataforma para las escuelas que pretende despertar la curiosidad de los niños para que sean ellos quienes vayan demandando los conocimientos de una forma activa. Es decir, no se quiere que los niños usen las nuevas tecnologías como meros expectadores. También permite a los profesores crear sus propias herramientas para explicar los conceptos a los alumnos e incluye una comunidad en la que profesionales de la enseñanza de todo el mundo pueden compartir sus experiencias. Todo ello, de momento, centrado en los niños menores de seis años. Un sistema que ya utilizan unos 500 alumnos en siete países distintos.

El objetivo del grupo que se establece en Alicante será desarrollar una plataforma digital que los niños puedan usar en sus casas con este mismo objetivo. «El trabajo que se haga aquí se aplicará en todo el mundo», afirma el responsable del equipo, dejando claro que no se trata de una delegación comercial, sino de una parte fundamental del proyecto que se dirige desde Finlandia.

Horarios finlandeses

Los trabajadores de la compañía disfrutarán de la flexibilidad que suelen ofrecer estas firmas tecnológicas en Finlandia y otros países europeos, con la posibilidad de realizar parte de las tareas desde casa y sin la rigidez de horarios tan habitual en la cultura laboral española. Eso sí, Florencio deja claro que también son exigentes: «Tenemos plazos y objetivos, y hay que cumplirlos». No obstante, son conscientes de que «un trabajador bien pagado y feliz trabaja mejor». El sueldo medio en la firma se sitúa en los 3.000 euros para cumplir con esa premisa.

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