No hubo milagro. La esperada reunión del presidente de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), Salvador Navarro, con la junta directiva de Coepa se cerró ayer sin ningún acuerdo concreto sobre la posible integración de la organización alicantina en el nuevo proyecto de patronal autonómica que impulsa el primero pero, como mínimo, sirvió para normalizar las relaciones entre ambas. Un gran paso si se tiene en cuenta que en los últimos meses los dirigentes de una y otra ni siquiera se hablaban por teléfono y se limitaban a mandarse mensajes a través de los medios de comunicación.

Así las cosas, tras el deshielo en las relaciones que supuso el encuentro de ayer, la junta de Coepa mandató a su presidente, Francisco Gómez, a iniciar negociaciones con su homólogo en la CEV para tratar de alcanzar un acuerdo, de forma que serán ambos dirigentes quienes lleven el peso de las conversaciones a partir de ahora.

Lo que resulta toda una incógnita son los términos en que podría darse ese acuerdo, ya que ni Salvador Navarro se movió ayer un ápice de su propuesta inicial, -que suprime el papel de las actuales organizaciones provinciales en la futura patronal autonómica para sustituirlo por un mayor peso de asociaciones sectoriales y empresas-, ni Coepa tampoco parece dispuesta a renunciar a su actual representatividad como portavoz del empresariado alicantino. De hecho, Francisco Gómez quiere reforzarlo formando una nueva confederación con Cepyme, tal y como avanzó el pasado sábado este diario.

En cualquier caso, el propio presidente de Coepa calificó ayer el encuentro con Navarro -que había solicitado el propio dirigente valenciano- como «punto de inflexión» y mostraba su confianza en encontrar «puntos de encuentro» que permitan la entrada de la organización en la nueva patronal autonómica que promueve la CEV. Igualmente, desde València también calificaron de «positiva» la reunión y se mostraron abiertos al diálogo con el mismo objetivo.

En cuanto a la reunión en sí, Salvador Navarro volvió a explicar el modelo de patronal que propugna, independiente del poder político y de sus subvenciones, un planteamiento en el que también están de acuerdo los responsables de Coepa, sobre todo después de las malas experiencias de los últimos años. Donde se presenta la principal dificultad es en el modelo organizativo y, sobre todo, en el encaje de las distintas sensibilidades territoriales, que fue lo que centró una parte significativa de las intervenciones de los más de veinte asistentes, una cifra considerable para lo que suele ser habitual en las juntas de la patronal alicantina.

Al respecto, Navarro defendió su propuesta de crear unos nuevos consejos provinciales -que eligirían la empresas y asociaciones sectoriales afiliadas a la CEV de cada demarcación-, y recalcó que serían éstos quienes designarían a los representantes de los empresarios de cada zona en los distintos consejos sociales e instituciones de ámbito local o provincial. Un planteamiento que deja a Coepa como una asociación más.

Pese a ello y a la tensión de los últimos meses, los asistentes aseguran que la reunión transcurrió en un tono cordial, sin grandes reproches, con la intención de que la negociación continúe.