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Visibilizar los trastornos por riesgos psicosociales

Las bajas por dolencias originadas en el desarrollo del trabajo se disparan un 255% en Alicante desde 2012

Visibilizar los trastornos por riesgos psicosociales jose navarro

Más de 1.400 trabajadores de la provincia estuvieron de baja el pasado año por dolencias causadas durante el desarrollo de sus tareas laborales. Esta cifra de partes comunicados supone un abultado aumento del 255,5%, en relación a los 396 casos que se registraron hace cinco años.

Trastornos musculoesqueléticos

Trastornos musculoesqueléticos son las dolencias más comunes y con mayor incidencia en los partes comunicados en Alicante, según recoge un estudio de UGT en l'Alacantí- La Marina, realizado con motivo del Día de la Salud Laboral y Seguridad en el Trabajo, que se celebró el pasado viernes, 28 de abril. El sindicato denuncia que ha habido una «relajación» en la inversión de medidas preventivas por parte de las empresas desde el inicio de la crisis, así como «una reducción de los equipos o especialistas en prevención en las mismas compañías y de las sesiones formativas de cara a dar a conocer al trabajador los riesgos laborales y las medidas a adoptar», aseguraba Yolanda Díaz, de UGT.

Para el sindicato, la aprobación de la reforma laboral en 2012 ha extendido la «precariedad laboral, instalando el miedo a perder el puesto de trabajo entre los empleados». Y los cierres y reducciones de plantilla que se han ido sucediendo durante la crisis, «han aumentado la carga de trabajo en las empresas, situaciones que pueden convertirse en factores de riesgo de la salud laboral, si no se aplican las medidas preventivas», subrayaba Yolanda Díaz.

Aunque todas estas circunstancias incidirían en el ámbito de las condiciones de trabajo, en general, lo cierto es que las estadísticas de partes de baja reflejan que son las mujeres el colectivo de trabajadores más afectado, representando más del 62% (873) del total de bajas de este tipo registradas el pasado año, casi dos puntos más que en 2012. Una evidencia, según el sindicato, de que «en este caso, las enfermedades profesionales también tienen rostro de mujer. Las condiciones de trabajo en los sectores y actividades más feminizados han sufrido con mayor rigor los efectos de la crisis y de los ajustes de las empresas, lo que unido a la falta de políticas eficaces de igualdad de género y de conciliación de la vida laboral y personal ha contribuido al deterioro de la salud de las trabajadoras», denuncia UGT.

Los trastornos musculoesqueléticos de origen laboral -que se encuadrarían en el denominado grupo 2 de enfermedades profesionales, causadas por agentes físicos- son los que tienen mayor incidencia en los partes registrados en la provincia. Suponen más del 93% (1.312) del total de las bajas. Un porcentaje que ha crecido desde 2012, año en que representaban el 89,6%, según recoge el informe de UGT, basado en datos del Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat).

Cargas y movimientos repetitivos

Estos trastornos suelen afectar a la espalda, el cuello, los hombros y extremidades superiores, aunque también pueden verse afectadas las inferiores. Cuando presentan cuadros médicos graves suelen motivar la solicitud de la baja laboral. Las causas pueden encontrarse en la manipulación de cargas, especialmente al agacharse o girarse, pero también destaca como posible agente causante el de los movimientos repetitivos o forzados a la hora de desarrollar la tarea, «que, además, pueden verse agravados si esta se realiza a un ritmo elevado y si hay una mayor carga de trabajo, como ha ocurrido durante la crisis», reiteraba Díaz.

Las posturas forzadas o movimientos repetitivos en el trabajo «pueden ser factores de riesgo, que pueden derivar en dolencias graves de origen laboral, si no se adoptan las medidas preventivas adecuadas», incidía Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina. Para el sindicato, ante el «importante aumento» de los partes con bajas de enfermedades profesionales, «es imprescindible que las empresas se pongan las pilas y aumenten las medidas de prevención de riesgos laborales», añadía Sánchez.

Medidas preventivas

A veces, son medidas tan sencillas como «almohadillas especiales» para que descanse la muñeca en el caso de empleados que desarrollan su jornada laboral ante el ordenador, así como un protector de pantallas o «una especie de escalón de pies para ayudar a tener una postura adecuada ante la mesa de trabajo, como el caso de los administrativos», añadía la dirigente sindical. En el área de la industria, la rotación en el puesto de trabajo cada dos horas «para no realizar posturas repetitivas o la dotación de equipos individuales de protección, al margen de un área específica para el tiempo de descanso fijado», son, entre otras, medidas que ayudan a evitar factores de riesgo en este sector», explicaba Yolanda Díaz.

También en el colectivo de camareras de piso de hoteles -entre otros- son frecuentes los trastornos musculoesqueléticos por movimientos repetitivos. Las medidas preventivas que se plantean es que las tareas las desarrollen entre dos personas, «para mover las camas y colchones y los carritos donde llevan los materiales, ya que también son movimientos repetitivos a la hora de desarrollar su tarea a lo largo de la jornada laboral. Algunas camareras de piso también utilizan una fajas especial», añadía Yolanda Díaz.

La sordera provocada por el ruido también forma parte del grupo 2 en el marco de enfermedades profesionales causadas por agentes físicos, aunque en los partes registrasdos en la provincia tiene menor incidencia.

Sistema Sisvel

UGT advierte de que en el ámbito de la Salud Laboral, existe una «infradeclaración de enfermedades profesionales. «Uno de los motivos por los que el sindicato ha venido reivindicando la existencia del Sistema de Información Sanitaria y Vigilancia Epidemiológica Laboral (Sisvel), que ha implantado la Conselleria de Sanidad Universal», señalaba Yolanda Díaz. Un mecanismo que «permite aflorar este tipo de enfermedades de origen laboral del sistema público de salud y que no sean catalogadas como contingencias comunes», añadía la representante sindical. Díaz asegura que el nuevo sistema ha permitido «un avance» en la detección de las dolencias que tienen su origen en el desarrollo de la actividad laboral.

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