Los visados de residencia a cambio de realizar inversiones inmobiliarias han logrado atraer a la provincia a 151 millonarios y a 228 en el conjunto de la Comunidad Valenciana. Las fortunas chinas y rusas son las que más se han aprovechado de la regulación aprobada en septiembre de 2013 (conocida como visado de oro) que concede permisos de residencia y trabajo a cambio de inversiones inmobiliarias de más de medio millón de euros. Los rusos apuestan sobre todo por el sur de la provincia de Alicante y los chinos por València y su área metropolitana. Las compras se cierran al contado.

En el último año, las operaciones inmobiliarias acometidas por ciudadanos chinos se han incrementado un treinta por ciento y la tendencia se está consolidando. A pesar de los nueve mil kilómetros en línea recta que separan China de España, el interés no para de crecer en un mercado con un poder adquisitivo medio-alto. Más del cincuenta por ciento de las operaciones superan el medio millón de euros, que es la cifra que da acceso al permiso de trabajo y residencia. Los chinos (y el resto de extranjeros) que invierten menos de medio millón también pueden optar al permiso de residencia como consumidores pero no al de trabajo.

La conocida como golden visa es un reclamo de inversión muy extendido en Europa y se aplica en Reino Unido, Irlanda, Portugal, Alemania o Francia. El Gobierno de Mariano Rajoy la activó en España a finales de 2013 por medio de una la ley de fomento del emprendimiento. Las propias inmobiliarias se encargan de tramitar el papeleo, que incluye la estancia legal en España del comprador y su familia. En los últimos tres años se han cerrado 151 grandes operaciones en Alicante y 77 en València.

Los rusos buscan viviendas en las poblaciones costeras de la Vega Baja. Los millonarios chinos que invierten en València vienen de ciudades como Pekín o Shangái. Allí el precio de los pisos se ha disparado en los últimos diez años y pueden rondar entre los 750.000 y el millón de euros. Son personas jóvenes que han heredado de sus padres y han decidido invertir su dinero en València. Fuentes del sector incidieron en que a los chinos no les interesa comprar deuda pública y por eso apuestan por los inmuebles.

Mercado muy competitivo

La Comunidad Valenciana se ha convertido en un mercado muy competitivo por el desplome de los precios tras el pinchazo de la burbuja inmobiliaria hace diez años. Los millonarios han comenzado a desviar sus inversiones a València y Alicante ante la incipiente falta de oportunidades en Madrid y Barcelona por el calentamiento de los precios que está experimentando el mercado inmobiliario en los últimos meses. Por contra, en la Comunidad Valenciana los precios de las viviendas todavía continúan un 30 % por debajo del máximo que alcanzaron a mediados del año 2007.