El mercado del suelo evoluciona a distintas velocidades en España, y en la provincia es, precisamente, una de las zonas donde el ritmo de desarrollo es más lento, según se desprende del último informe de la Sociedad de Tasación (ST) denominado Mapa del «Tiempo Urbanístico». El estudio identifica la evolución del sector en la Comunidad como «plana» porque «todavía existe una ligera tendencia a la baja». Y al referirse a Alicante, añade que es «una de las zonas más sensibles del panorama nacional».

Esta situación, explican, viene determinada por las incidencias que en el mercado del suelo tienen y han tenido en los últimos años planes generales o parciales en la capital y las principales ciudades de la provincia que han ralentizado el desarrollo de la gestión del suelo, según fuentes de la Sociedad de Tasación.

Una velocidad más lenta es lo que caracteriza a Alicante, que tiene «bolsas de suelo estancadas», registra lentitud en algunos planes parciales o, incluso, cuenta con suelo urbanizable en situación de semidesarrollo, «por eso la actividad es más baja», añaden las mismas fuentes. El Mapa del «Tiempo Urbanístico» recoge el símbolo del sol en las zonas donde el ritmo de desarrollo es mayor; el de las nubes, donde el mercado del suelo no acaba de reactivarse y el de los rayos, en las comunidades o provincias donde están teniendo mayor incidencia los planes urbanísticos, como es el caso de la provincia.

«Es una foto general de todos los datos que tenemos como tasadores. No pretende ser un estudio de micromercado. Pero sí hemos comparado las distintas zonas en España sobre la situación del sector. Y el mensaje que lanzamos es un concepto de recuperación y estabilidad, en genérico. Y, sobre todo, que el mercado evoluciona no a una sola velocidad, sino a varias velocidades, dependiendo de las zonas».

Desde el sector constructor y promotor de la provincia se viene a coincidir con el diagnóstico. Consideran que el «exceso de planes estratégicos» a niveles municipales o autonómico están significando una «paralización y crean incertidumbre en las inversiones». Incluso, advierten en el sector de que se corre el riesgo de que se «espanten inversiones», señalaban distintos representantes empresariales de la actividad inmobiliaria provincial.En este sentido, estos empresarios aludían a la coincidencia en el tiempo de la elaboración de varias normativas urbanísticas.

Citaban casos como los del Pativel, el Patricova, la Ley de Función Social de la Vivienda o la normativa que afecta a la zona forestal, o las planificaciones parciales en distintos municipios, de cuyos desarrollos están pendientes los inversores para la gestión del suelo «porque no se sabe cómo van a afectar. Algunos planes tienen un año de desarrollo y otro de moratoria», añaden.

«Ha habido planes que han estado paralizados y que ahora se activan, pero que comenzaron a tramitarse en el siglo pasado», señalan para referirse a las repercusiones que la lentitud de estas normativas tienen en la actividad inmobiliaria. «Y no sólo es que se puedan desviar inversiones a otras zonas, como ya ha ocurrido, sino que podríamos estar mejor, sobre todo desde el punto de vista de la generación de empleo», subrayan empresarios de la construcción.

En el Mapa del «Tiempo Urbanístico» elaborado por la Sociedad de Tasación, los «soles» brillan en Madrid, País Vasco, Baleares, Barcelona y algunas zonas de Andalucía, donde la velocidad de desarrollo es mayor. Los «rayos» aparecen, por contra, en zonas de la Comunidad Valenciana, Murcia, algunas ciudades de Galicia, Gijón (Asturias), Santander, Sevilla, Marbella o Santa Cruz de Tenerife, entre otras.