Ya anunciaron que cerrarían hasta 250 oficinas a lo largo de todo el año pero quedaba por concretar dónde y cuándo. Y lo han hecho. La dirección del Sabadell acaba de anunciar a los sindicatos que será el próximo mes de mayo cuando concentrará la mayoría de los cierres previstos para este ejercicio y bajará simultáneamente la persiana de hasta 191 sucursales en todo el país, unos recortes que afectarán especialmente a aquellas zonas donde la entidad tiene una red más tupida. Es decir, en Barcelona y Alicante.

En el caso de la provincia, la entidad clausurará 41 oficinas, lo que supone casi una quinta parte de toda su red actual, formada por 250 sucursales. Entre las afectadas hay oficinas de grandes ciudades, como Alicante o Elche, que están muy próximas a otras delegaciones del banco, pero también se aprovechará para cerrar definitivamente algunas sucursales ubicadas en pequeñas poblaciones, donde no existe ninguna alternativa. De hecho, en varios de estas localidades, como Relleu, Orxeta o Sella, los vecinos han recogido firmas para evitar quedarse sin servicio.

A este respecto, el Sabadell ha garantizado que mantendrá los cajeros automáticos para que los vecinos no tengan que desplazarse varios kilómetros para retirar o ingresar dinero y que reforzará la atención a distancia, pero insiste en la falta de racionalidad económica de estas sucursales.

Desde la entidad recalcan que el conjunto de estos cierres se enmarca dentro del proceso en que está inmersa toda la banca española para reducir el tamaño de sus redes, ante el aumento del número de clientes que ya realizan toda su operativa a través de internet o del móvil, sin necesidad de pisar nunca una oficina física. De hecho, prácticamente la totalidad de las entidades -desde el Santander al Popular, pasando por CaixaBank o el BBVA- han acometido o anunciado procesos de ajuste en los últimos meses. Unos recortes, eso sí, que también tienen mucho que ver con la necesidad del sector de mejorar sus ratios de rentabilidad en un momento en que ganar dinero les resulta especialmente complicado por los bajos tipos de interés.

Cuota de mercado

En el caso de Alicante, el Sabadell también recuerda que, a pesar de los cierres anunciados, seguirá teniendo la red más extensa de toda la provincia y a mucha distancia de sus competidores. En concreto, se quedará con 209 oficinas frente a las 150 de CaixaBank o las poco más de 140 que posee el BBVA, unas cifras que considera más que aceptables. Además, señala que en los últimos años, desde que se produjo la integración de las redes de CAM y Sabadell, que supuso la desaparición de decenas de sucursales en diciembre de 2012, la entidad había limitado estos cierres a unos seis o siete al año, frente a los recortes más abultados de su competencia.

En cuanto a la posible afectación de la plantilla, el Sabadell asegura que no realizará ningún tipo de despidos y que todos los trabajadores afectados serán recolocados en otras tareas. Principalmente, en el nuevo servicio de «gestión activa» con el que el banco quiere potenciar la atención personal de los clientes a través de canales alternativos. También se van a reforzar los equipos para la realización de sustituciones de bajas y vacaciones y se reducirán las contrataciones a través de ETT.

En toda España el banco cifró en unos 800 el volumen total de empleados que se verían afectados por las «fusiones de sucursales» a lo largo de este año, de los que unos 150 podrían ser alicantinos.

A pesar de estas promesas, desde el sindicato CGT ya han expresado su malestar por la decisión de recortar la red y reclaman que haya una negociación colectiva sobre el futuro de estos empleados. También solicitan que se refuerce el personal de las oficinas que absorberán a la clientela desplazada de las sucursales cerradas, ya que temen que se produzca una sobrecarga de trabajo.

Otras provincias

Además de Alicante, el Sabadell también tiene previsto bajar la persiana el próximo mes de mayo de 51 sucursales en Barcelona, 14 en Madrid, 13 en Asturias, 8 en Vizcaya o 7 en Valencia, entre otras provincias.