Con esta cifra, China desbancó al que hasta ahora había sido el primer cliente de la provincia , Alemania. El país germano, pese a mantenerse, con un 0,34%, compró menos, 542.727 litros de vinos de la provincia, según datos de la denominación. Incluso, la que es la segunda potencia económica mundial ha adelantado a la primera, EE UU, que en los últimos años se ha convertido en uno de los clientes más estables para los productores alicantinos, y donde se vendieron poco más de 415.751 litros en la campaña pasada. «Estados Unidos era el mercado de la esperanza y, pese a este adelanto por parte del gigante asiático, creemos que lo seguirá siendo, ya que sus exportaciones siguieron creciendo el pasado año hasta un 9% en relación al año anterior», subrayan las mismas fuentes del Consejo Regulador.

«Expectantes» con EE UU

Con el cambio de Administración en la Casa Blanca, que ahora ocupa el republicano Donald Trump, las bodegas están expectantes sobre las repercusiones que puedan conllevar posibles medidas proteccionistas, como anunció durante la campaña, aunque aún no se ha concretado nada en este sentido. Aun así, desde Vinos Alicante insisten en que Estados Unidos es un «mercado muy maduro» y que, en el caso de que se fijara una línea económica proteccionista, el posible reforzamiento de los aranceles que se derivarían, «los vinos alicantinos, probablemente, lo notarían menos que los franceses o italianos por su buena relación calidad-precio», apuntaban.

En el sector vitivinícola provincial se muestran satisfechos de la evolución al alza que están teniendo en las exportaciones en los últimos años y confían en que el sorpaso registrado por China frente a otros clientes más tradicionales continúe en el futuro. No en vano, representa un mercado potencial de más de 1.300 millones de habitantes y donde el aumento del poder adquisitivo de la población se está consolidando. En conjunto, el pasado año la exportación de vinos alicantinos creció un 15,21%, al venderse al exterior más de 3.345.500 litros certificados con el sello de calidad de la denominación de origen a 49 países.

Ante el descenso del consumo interno que se venía registrando en los últimos años debido a la crisis, en el Consejo Regulador se considera que en estos momentos «la exportación es el espejo más estable que tenemos y ello habla de la fortaleza de nuestras bodegas. Incluso, las nuevas que se incorporan apuestan por la internacionalización», subrayan.

Además, en la última campaña exportadora, el sector alicantino ha vivido un momento de «recuperación de clientes» y el asentamiento de productos en países en los que se venían reforzando las acciones. Una circunstancia favorable pra el sector provincial, después de que la «evolución de los embotellados en la última década se ha visto influenciada por la crisis internacional, especialmente en los mercados maduros. Sin embargo, los dos últimos años confirman una recuperación». Así, en el área asiática, también se han recobrado como clientes importantes a Japón, Tailandia o Taiwán. A nivel general, en el listado de demandantes de vinos provinciales vuelve a aparecer Polonia.

Y entre los países del norte de Europa, que vienen siendo clientes habituales, destaca el salto cuantitativo experimentado por la demanda de Suiza, que ha crecido un 50%. En esta zona, los bodegueros alicantinos han encontrado en los últimos tiempos «oportunidades comerciales». Y su demanda, especialmente, se decanta por los vinos rosados. No hay que olvidar que Alicante recibe cada año más turistas nórdicos, incluso, entre los compradores de viviendas también han venido representando una cuota importante.

Reino Unido y Suecia, un 50% más

Al igual que los visitantes e inversores en casas de Reino Unido, país que ha aumentado sus compras de caldos de la provincia en un 50% en la última campaña, pese a que en este periodo ya existía la incertidumbre en el ámbito europeo sobre el impacto de la decisión de su salida de la UE. Ahora que ya se ha iniciado el proceso del Brexit -que tiene un periodo de negociación de dos años- habrá que ver, si finalmente, este desenganche de Reino Unido pasa factura a la exportación de vinos provinciales.