La patronal alicantina Coepa quiere dialogar con la Confederación Empresarial Valenciana (CEV), que recientemente se autoproclamó de ámbito autonómico, para «colaborar» en la construcción de una «nueva plataforma de empresarios independiente y de vertebración territorial en la Comunidad», según un comunicado de la patronal. El comité y la junta de Coepa acordaron ayer reunirse con el presidente de la CEV -que solicitó la cita- para mantener las vías de encuentro a las que «siempre ha estado dispuesta» la organización alicantina, subraya la nota.

No obstante, en esta apuesta por el diálogo -tras las últimas semanas de tensión vividas entre ambas organizaciones desde que la CEV lanzara su proyecto autonómico-, la alicantina no renuncia a dos de las reivindicaciones que ha venido defendiendo desde entonces y que considera fundamentales de cara a mantener la representación empresarial de la provincia.

Una es la doble adscripción -tanto a la CEV como a la patronal alicantina- y otra, que el «comité ejecutivo de Coepa asuma las funciones y competencias del Consejo Empresarial Provincial», nueva figura en el diseño de la patronal autonómica de Navarro, que sustituiría a las actuales patronales provinciales. Es decir, a Coepa, en el caso de Alicante. Son sus dos demandas «como punto de partida» en este nuevo contexto de negociación con la organización que preside Navarro. Un escenario que se abrirá cuando se fije la reunión con el presidente de la CEV, entidad que tomará el relevo de Cierval, que se encuentra en fase de liquidación por sus problemas económicos.

El comité y la junta decidieron ayer «recibir al responsable de la CEV para que le puedan explicar todos juntos la posición de Coepa, que en su día le expuso el presidente, Francisco Gómez», se incide en el comunicado.

Desbloqueo

El desbloqueo de la situación por el que apuesta la organización alicantina puede ir despejando dudas, sobre todo después de que en las últimas semanas varias patronales sectoriales provinciales de peso hayan dado pasos tendentes a sumarse al proyecto de la CEV o, al menos, a considerarlo. La del metal (Fempa) ya ha escenificado su incorporación. La del sector turístico (Hosbec) está pendiente de que lo apruebe su asamblea, aunque la pasada semana no consideró «urgente» su ingreso. Por su parte, la del calzado (Avecal) se ha integrado recientemente en la autonómica Confeindustria, que tampoco ha decidido aún su entrada oficial en la CEV. Hosbec y Avecal tienen un ámbito de actuación autonómica y pese a que puedan sintonizar con el proyecto de Navarro, no se han dado de baja en Coepa. Tampoco lo ha hecho Fempa.

En este contexto, adquiere mayor relevancia la reclamación de la patronal alicantina de la doble adscripción de los asociados. «Para que no se genere un clima de competencia por la captación de asociados, sino que haya una representación delegada de todos los territorios», añadía en el comunicado. El presidente de Coepa, Francisco Gómez -que ayer no pudo asistir a la reunión- señaló que «si Alicante es parte de la Comunidad, se debe entender que siendo parte de una entidad provincial también se es parte del conjunto autonómico. Para nosotros es fundamental, esta cuestión y no cabe polémica ninguna, porque el modelo ya está impuesto en todas las comunidades y para todas sus provincias».

«Relación de lealtad»

La segunda de las demandas es más «vital». La patronal reclama que Coepa «represente al Consejo Empresarial Provincial para poder establecer una relación de lealtad que permita con autonomía la defensa de los intereses de los empresarios de la provincia de Alicante», subraya la organización alicantina. Su presidente de añadió que «hay una posición única dentro del empresariado, sin fisuras. Queremos seguir siendo alicantinos, condición que no impide que también seamos valencianos. Y por ello queremos participar en la toma de decisiones como uno más, sin ser ni de primera sobre nadie, pero tampoco de segunda, ante nadie».

Gómez también agradeció a la junta y al comité «la confianza y la posibilidad de que podamos ir construyendo un nuevo escenario, donde se imponga el diálogo, y dejemos de lado la situación de impasse en la que nos encontramos, que no es buena para nadie».