El conflicto de los estibadores en los puertos españoles a comienzos de año contra el decreto de reforma del sector que prepara el Gobierno ha pasado factura en los últimos meses a la industria del mármol de la provincia, tanto en sus exportaciones como en el descenso de la carga de trabajo, lo que ha afectado de forma temporal al empleo, según confirmaba Juan Antonio Santo, empresario del sector y miembro de la directiva de la Asociación Mármol de Alicante.

Gran parte de los envíos de la piedra natural de la zona del Vinalopó sale a los mercados exteriores por el puerto de València. Y en los periodos de mayor presión en las movilizaciones de los estibadores, las marmoleras han visto reducirse las exportaciones, sobre todo desde finales de diciembre y los primeros meses de este año. En este periodo, muchas navieras internacionales elegían otros puertos como Barcelona o Marsella (Francia), en vez de entrar en el de València para evitar tener problemas, en su caso, para la carga de los buques, según explicaba el miembro de la junta de la patronal marmolera.

Desvío de la demanda

Ante esta situación, Santo explicaba que empresas exportadoras del sector han tenido que «enviar los contenedores hasta Barcelona, con el encarecimiento de los costes que ello suponía» o «evaluar si económicamente les compensaba el gasto». En caso negativo, en muchas ocasiones, «se han anulado pedidos y los clientes han optado por abastecerse desde Grecia u otras zonas», subrayaba el empresario. «Hemos perdido muchos pedidos y las ventas se han reducido, sobre todo desde finales de diciembre», añadía Santo. Parte de esta demanda provenía de clientes de países asiáticos o árabes.

Según los empresarios del sector, el conflicto de los estibadores -que aún no se ha resuelto, aunque ha disminuido la presión por parte de los trabajadores en aras de la negociación- «es un problema que está afectando a muchos sectores en España».

De hecho, la Asociación Mármol de Alicante, tras la desconvocatoria a comienzos de este mes de los dos primeros paros previstos por los estibadores, lanzó un comunicado en el que reclamaba a las «autoridades competentes» y a los «políticos» que propiciaran soluciones al conflicto, al estar viéndose afectada la actividad. La nota, publicada en su página web, se realizaba de forma conjunta con el Cluster de la Piedra, que engloba a empresas de Piedra Natural de la Comunidad.

La industria marmolera continúa viendo «con preocupación» la situación, «ya que si se demora más en el tiempo, va a suponer un perjuicio importante a nivel económico», añaden en la nota.

Posteriormente a esta fecha, los estibadores volvieron a desconvocar otros paros previstos y, precisamente, la patronal de la actividad de la estiba y consignación de buques (Anesco) y los sindicatos de estibadores retoman hoy las negociaciones sobre los aspectos laborales de la reforma del sector.

Encarecimiento de los fletes

Además de las repercusiones que este conflicto laboral está suponiendo para muchos de los sectores cuya comercialización se centra en los puertos, la industria marmolera también ha visto encarecerse los costes del transporte en los últimos meses, «tras la quiebra de la naviera surcoreana Hanjin el pasado año, se ha concentrado la oferta y los fletes se han triplicado»,añadía Juan Antonio Santo.

El sector intenta remontar estos factores exteriores adversos que afectan al dinamismo de sus exportaciones, justo en un momento en que su comercio internacional estaba repuntando, tras la caída el año anterior de mercados como China o algunos países árabes que habían reducido sus pedidos por la desaceleración de sus economías.