Los hoteleros de Benidorm no están dispuestos a vender barato su apoyo al nuevo proyecto que impulsa la Confederación Empresarial Valenciana para ocupar el hueco que dejará Cierval tras su liquidación. Conscientes de que su entrada sería un paso decisivo para conferir a esta organización la representatividad autonómica de la que ahora carece -al sumar a una de la asociaciones más representativas de la provincia de Alicante-, desde Hosbec dejaron ayer claro que sólo se integrarán si se reconoce el «peso específico» que tienen en el sector, frente a otras organizaciones que consideran de menor calado, lo que se traduciría en garantizarles el control de la futura Comisión de Turismo de la nueva patronal.
Pero la cosa no quedó ahí. Para añadir presión, también recalcaron que hasta la fecha no han tenido necesidad de formar parte de ningún tipo de «estructuras superiores» para defender los intereses de sus asociados en toda la Comunidad, por lo que no tienen prisa por firmar la solicitud de ingreso. Todo un aviso a navegantes para Salvador Navarro y su equipo, que desde un principio han dado por hecho que Hosbec entraría en el proyecto y, de hecho, siempre lo han utilizado para restar importancia al rechazo de Coepa a formar parte del mismo. Al menos, con las condiciones ofrecidas.
De hecho, la reacción de los hoteleros se produce después de que el pasado jueves la CEV aprovechara un comunicado de prensa para anunciar la afiliación de Fempa y asegurara también que Hosbec también había solicitado ya su incorporación. En pocas palabras, que Navarro vendió la piel del oso antes de haberlo cazado ya que, como recalcó la organización benidormense y como ha venido informando este diario, hasta la fecha el asunto sólo se ha tratado en la junta directiva y falta todavía la ratificación de la asamblea, que sólo se producirá si se respetan las condiciones que exigen.
En Hosbec preocupa, sobre todo, el papel que jugará la denominada Confederación de Empresarios Turísticos de la Comunidad, el «lobby» que hace unos meses constituyeron su competidora, la Federación Hotelera de la Comunidad -de la que también forma parte la Asociación Provincial de Hoteles de Alicante-, y la Confederación de Hostelería. Desde Benidorm entienden que la presencia de esta última puede desvirtuar el peso real de cada organización en el negocio ya que «un bar de barrio no es un negocio turístico», según apuntan desde la patronal presidida por Toni Mayor.
Una cuota cara
El problema viene dado, además, por el compromiso de Salvador Navarro de que la representatividad en la asamblea se ceñirá estrictamente al número de vocales que cada asociación pague. En otras palabras, que si Hosbec quiere tener más peso que otra organización, deberá pagar más cuotas, lo que tampoco resulta barato ya que, tras la subida aprobada en la última asamblea, cada voto cuesta 1.304 euros anuales.
Así, en Benidorm quieren tener claro cual sería el desembolso necesario para ser hegemónicos en el sector para saber si les salen las cuentas o si supone un esfuerzo excesivo. Sobre todo si se tiene en cuenta que realmente no necesitan el apoyo de ninguna confederación autonómica para tener hilo directo con la Generalitat.
75.000 plazas
También tienen claro que una cosa es la asamblea y otra la comisión sectorial de turismo, cuya composición dependerá de qué organizaciones y de qué tipo negocios se incluyan en la misma. Por el momento, ayer Hosbec optó por sacar músculo y recordó que sus asociados agrupan más de 75.000 plazas turísticas, más que ninguna otra organización.
Por todo ello, concluyen, «no hay ninguna razón de urgencia que justifique una incorporación inmediata» a la CEV e insistieron en que será el «conjunto de empresarios asociados a Hosbec» quien decida sobre la cuestión en su asamblea. En cualquier caso, lo más probable es que finalmente la votación sea positiva ya que Hosbec siempre ha defendido su carácter autonómico.
