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Alicante es la provincia donde más se solapan las sucursales de Bankia y BMN

La importante presencia que tenían en la zona Caja Murcia y Bancaja augura nuevos cierres de oficinas tras la fusión de sus entidades herederas

Alicante es la provincia donde más se solapan Bankia y BMN

Hacía meses que se sospechaba pero, finalmente, fue ayer cuando el FROB anunció de forma oficial su decisión de fusionar BMN con Bankia, al considerar que esta opción permitirá recuperar hasta 400 millones de euros más de las ayudas concedidas para su recapitalización que si vende en solitario. Una fusión que tiene «toda la lógica industrial», como ha reiterado en varias ocasiones el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ante la complementariedad de sus negocios y, sobre todo, de sus redes, centradas en Valencia y Madrid, en el caso de esta última, y en Murcia, Granada y Baleares, en el caso de BMN, con muy pocos solapamientos. Prácticamente la única excepción en todo el país es Alicante, donde ambos grupos, sin ser mayoritarios, como sí ocurre en sus provincias de origen, tienen una importante implantación, lo que augura recortes cuando se integren ambas entidades, según temen los sindicatos.

El motivo es bien sencillo. Cuando en los noventa las cajas de ahorros decidieron crecer más allá de sus fronteras tradicionales, Bancaja vio en Alicante su territorio natural de expansión por el Sur, lo mismo que le ocurrió a Caja Murcia por el norte, por lo que ambas llegaron contar con una importante presencia en la zona. Tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, la entidad valenciana acabó integrada en Bankia y la murciana creó BMN junto a Caja Granada, Sa Nostra y Caixa Penedés. Las dos practicaron importantes recortes en sus redes pero mantuvieron Alicante como una de sus áreas de negocio prioritarias.

Así, el grupo liderado por Goirigolzarri tiene en la actualidad 65 sucursales en la provincia, mientras que el presidido por Carlos Egea acumula 54. Una coincidencia que no se da en ningún otro lugar. Por ejemplo, en Murcia BMN tiene hasta 161 oficinas, pero Bankia ya sólo conserva seis, por lo que no se prevén problemas. Algún solapamiento más se da en Valencia, donde la heredera de Bancaja conserva 267 delegaciones y la murciana unas 20, pero en ningún sitio se alcanzan las cifra de Alicante.

«Hasta el 80% de nuestra oficinas están en municipios donde también existen sucursales de Bankia. Está claro que se va a generar un problema y lo previsible es que haya cierres pero todavía no sabemos nada», aseguraba ayer a este diario el secretario de Organización de la sección sindical de UGT PV en BMN, José Ramón Costa, quien reconocía la «inquietud» que existe entre los trabajadores. «Ha sido un día de muchas llamadas y muchas consultas pero, realmente, todavía no tenemos ningún tipo de información», señalaba también el responsable de CC OO en Bankia en Alicante, José Luis Martínez.

Desde las propias entidades aseguran que aún no han hecho ningún estudio sobre las redundancias entre sus redes o entre sus servicios centrales -Bankia los tiene en Madrid y BMN los tiene repartidos entre Murcia, Granada y Palma-, aunque un reciente informe de Deutsche Bank hablaba de la necesidad de recortar hasta 127 oficinas en todo el país, sobre un total de 2.514. Desde Bankia, no obstante, recuerdan que todas las entidades están reduciendo sus redes y que, en su caso, gran parte del personal se está recolocando en los servicios de atención telemática.

En cualquier caso, en Alicante el grupo nacerá con un total de 119 sucursales y cerca de 700 empleados (253 de BMN y 433 de Bankia), lo que situará a la nueva entidad en cuarto lugar entre las que operan en la provincia, por detrás de Sabadell, CaixaBank y BBVA pero por delante del Santander. En todo el país, la fusión creará un nuevo grupo con 229.041 millones de activos y una plantilla de 17.572 trabajadores.

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