La puesta en marcha de la nueva patronal autonómica ha abierto una importante grieta entre dos aliados hasta ahora inquebrantables: el presidente de Fempa, Guillermo Moreno, y el de Cepyme, Cristóbal Navarro. Al primero de ellos no le ha sentado nada bien que el portavoz de las pymes mostrara su rechazo a formar parte del proyecto impulsado por la CEV, al considerar que no respeta la representación territorial por no otorgar ningún papel a las actuales patronales provinciales.

Moreno, a la sazón vicepresidente de Cepyme, considera que Navarro no debería haberse pronunciado públicamente sobre este tema sin haber consultado previamente al comité ejecutivo de la organización. Y menos aún teniendo en cuenta que el máximo responsable de Fempa fue el único representante alicantino que acudió a la asamblea en que la CEV modificó sus estatutos para ampliar su ámbito de actuación de provincial a autonómico. Una presencia que el presidente de la patronal valenciana, Salvador Navarro, se anotó como una victoria en la contienda que mantiene con Coepa por el nuevo modelo de organización empresarial de la Comunidad.

No es la primera vez que Navarro se enfrenta a uno de sus socios por unas declaraciones públicas. La Federación de Comercio decidió marcharse de Cepyme después de que éste defendiera la libertad horaria.