Desde hace más de 30 años muchos políticos han querido vertebrar la Comunidad Valenciana, precisamente, sacándole las vértebras.
Estos dirigentes nunca se han dado cuenta de que la unión hace que el cuerpo esté erguido y fuerte. Lo anterior es una gran torpeza por su parte, porque para unificar esta tierra lo que tenemos todos que hacer es crear un marco de convivencia respetuoso donde un lugar no valga más que otro.
La anomalía valenciana pretende hacernos creer que la suma de tres es igual a la resta de uno menos dos. Y si en matemáticas el resultado no es correcto, tampoco lo es en la relación a la representación de las entidades empresariales de nuestra Comunidad. Tampoco suele dar el mismo resultado cuando esta operación se utiliza desde Valencia en lo político, cultural o social.
COEPA, por mucho que se quiera o no, tiene la representación empresarial en esta provincia, que es y quiere ser, parte intrínseca de nuestra Comunidad Valenciana, sin pretender suplantarla. Más bien al contrario, lo que pretendemos es que nadie la suplante, puesto que nadie es más que nadie, como tampoco ningún territorio lo debe ser. Y sobre todo, nadie debe ser menos que nadie.
Los empresarios de la provincia de Alicante nos sentimos valencianos, nos sentimos parte de este proyecto común que denominamos Comunidad Valenciana. Sí, nuestra pertenencia a una provincia no nos excluye de ser parte de una Comunidad; y por lo tanto, nuestra pertenencia a esta autonomía no debe ser restrictiva ni excluyente con respecto a la provincia de Alicante o de Castellón o de Valencia. Todo, en este caso, es complementario y necesario. Si algunos lo quieren llamar a esto victimismo, que lo hagan. Yo lo llamo coherencia y justicia.
Así ocurre en el resto de España, donde las representaciones empresariales se establecen a múltiples niveles. Para todos nosotros, la CEOE es nuestra entidad representativa en el conjunto de nuestro país; sin que ello signifique que suplante o sustituya a todas o a cualquiera de las entidades autonómicas; que por supuesto, tienen en cuenta a cada una de las provincias.
Del mismo modo, una patronal autonómica debe de ser una herramienta fundamental, importante, vital para el conjunto de los empresarios de esta tierra, del norte o del sur. Pero, al igual que ocurre con la CEOE, ésta no debe suplantar ni sustituir a las entidades provinciales. Idéntico comportamiento debe repetirse con las entidades sectoriales, comarcales, locales, etc? Se trata de la suma de todos, sin que ninguna represente al todo, sino que el todo sea una forma de sumar a la mayoría.
Como muestra de mis palabras, esta semana se ha organizado una reunión en la ciudad de Alicante para tratar temas de interés común al conjunto del Arco Mediterráneo del sur. Una cita impulsada por la organización empresarial de Murcia y a la que han asistido las patronales de Alicante, Almería y la recién constituida como autonómica CEV. Así es como debemos funcionar en esta tierra, todos juntos, unidos en un frente común por los intereses de los empresarios donde las provincias de Alicante, Valencia y Castellón tengan su papel correspondiente.
En toda España, como también ocurre en la provincia de Alicante, la mayoría de los convenios colectivos tienen un carácter provincial. De hecho, la representación de COEPA en la negociación colectiva es absoluta. En este sentido, la representatividad de COEPA alcanza al 100% de los trabajadores afectados por convenios colectivos de ámbito autonómico y al 85% de carácter provincial. Dicho de otra manera, el 75% de los convenios colectivos en la provincia de Alicante, sea del ámbito que sea, ha sido negociado con la participación directa de COEPA. Es por ello, que negar la representatividad de la entidad es ocultar una realidad innegable, que nada tiene que ver con la vida de las asociaciones patronales y que podemos pensar que tienen otro origen y distintos objetivos.
COEPA quiere ser lo que ha sido hasta ahora, la voz de los empresarios de la provincia, con todos los cambios en su organigrama y funcionamiento necesario. Y quiere seguir siendo parte de esta Comunidad Valenciana, sosteniendo la voz de nuestra tierra en el conjunto de ella y luchando por la especificidad y necesidades más locales. No hay contradicción ninguna. Lo otro, lo que pretenden terceros, sí sería en España la anomalía valenciana.
