Se vieron, se saludaron con cordialidad y hablaron del Corredor Mediterráneo y poco más. Ni una palabra de la disputa que mantiene a ambos enfrentados desde hace semanas por el nuevo modelo de patronal autonómica. Así fue el encuentro que se produjo ayer entre el presidente de Coepa, Francisco Gómez, y el de la CEV, Salvador Navarro, en el marco de la reunión que celebraron las patronales de Alicante, Murcia, Almería y Valencia para preparar una serie de movilizaciones con el objetivo de reivindicar la finalización de la citada infraestructura ferroviaria.

Sabedor de las expectativas que había generado su visita, Navarro se marchó precipitadamente sin atender a la prensa, con la excusa de un acto del Puerto de Valencia -unas paellas-, lo que permitió que Gómez se volviera a explayar contra la decisión de la CEV de cambiar sus estatutos para convertirse en la nueva patronal autonómica en sustitución de Cierval, en concurso de acreedores y al borde de la liquidación.

Un carácter autonómico que Coepa niega a la organización valenciana. «Ha estado aquí como representante de los empresarios de la provincia de Valencia», recalcó en varias ocasiones el también promotor, hasta el punto de que incluso el presidente de la CROEM murciana, José María Albarracín, tuvo también que emplear esta fórmula durante una de sus intervenciones para evitar herir susceptibilidades.

Francisco Gómez insistió en que la CEV «se ha proclamado unilateralmente como confederación autonómica sin contar para nada con nosotros. La tercera provincia de España no cuenta en absoluto con la cuarta». Un motivo más que de sobra, según señaló, para que Coepa no quiera reconocer ahora a esta organización como la representante de toda la Comunidad.

¿Dos patronales autonómicas?

«Lo que a mí me han trasladado los empresarios alicantinos es que quieren que Coepa continúe y que mantenga su personalidad jurídica, porque es desde el ámbito provincial como mejor se pueden defender sus intereses», insistió Francisco Gómez, quien llegó a apuntar la posibilidad de que también la confederación alicantina cambie sus estatutos para ampliar su ámbito de actuación al conjunto de la autonomía y competir con el proyecto de la CEV. Eso sí, reconoció que se trataba de una posibilidad muy remota.

Por el contrario, lo que cada vez parece ganar más fuerza es la posibilidad de que Coepa continúe como patronal provincial de forma independiente, sin integrarse en ninguna organización autonómica. Una opción que no le resulta nada extraña a Gómez que, como recordó, también es el presidente de la única asociación de la empresa familiar que existe en España de ámbito provincial -Aefa-, que convive a la perfección con la autonómica Asociación Valenciana de Empresarios (AVE). Una fórmula que, en última instancia, serviría de guía a Coepa si no logra un acuerdo satisfactorio con Valencia.

Las condiciones

En cualquier caso, el dirigente alicantino se mostró «abierto al diálogo» aunque admitió que la comunicación con Salvador Navarro en estos momentos es prácticamente inexistente. «Imagino que con el tiempo las personas maduran y quizá esto -en referencia al acercamiento de Coepa a las patronales de Murcia y Almería- le haga reflexionar o haya algún empresario en Valencia que le anime a hacerlo», apuntó Gómez, quien señaló que las condiciones de los alicantinos para integrarse en la CEV «son muy claras». En este sentido, frente al modelo que quieren los valencianos, que deja sin atribuciones a las actuales patronales provinciales y las sustituye por un consejo territorial, Coepa quiere que se le reconozca como portavoz de los empresarios alicantinos en la nueva organización. También exige poder recibir fondos de la Ley de Participación Institucional para cumplir con el convenio que firmó con sus acreedores. Sin este dinero no llega, Gómez reconoció que Coepa vivirá una situación delicada aunque confió en que los empresarios respondan con una derrama.