La economía de la Comunidad Valenciana mantendrá un crecimiento "robusto" a lo largo de este año y del próximo a pesar de los efectos del "Brexit" o del encarecimiento del petróleo, que frenarán algo la actividad. Así lo asegura el servicio de estudios del BBVA, BBVA Research, en su último informe de perspectivas sobre la autonomía, que pronostica un avance del PIB regional del 2,7% para este año y del 2,6% para el próximo ejercicio. Una cifra notablemente inferior a la del año pasado, cuando la economía valenciana creció un 3,5%, tres décimas más que la media española, pero muy significativa, según los expertos de la entidad.

Este menor crecimiento será consecuencia, según el estudio, de la ralentización de la demanda interna, ya que el consumo de las familias y la inversión de las empresas aumentará menos que en ejercicios anteriores; y también de una mayor debilidad de las exportaciones, amenazadas por las consecuencias del "Brexit", pero, también, por el aumento del precio del petróleo, que en los últimos años ha contribuido a abaratar costes.

En este sentido, el aumento del coste de la energía que ha supuesto este encarecimiento del crudo también afectará negativamente a la capacidad de compra de las familias, lo que también tendrá consecuencias negativas, según el análisis de los expertos de BBVA. Así, una subida del 7% en la cotización del petróleo restará entre dos y tres décimas a la mejora del PIB.

Del mismo modo, la economia también pagará el precio de la incertidumbre política del año pasado, que restará cinco décimas de crecimiento en el bienio 2016-2017.

Más empleo

A pesar de todo esto, el informe destaca que la economía de la Comunidad mantendrá su crecimiento y que, aunque sea algo menor que en 2016, será un crecimiento "robusto". Entre otras cosas, el BBVA prevé la creación de 120.000 empleos en la autonomía hasta finales de 2018, lo que rebajará la tasa de paro cuatro puntos, hasta el 15,5%.

Entre las asignaturas pendientes, el informe recalca que la Generalitat sigue sin cumplir con sus previsiones de déficit, lo que forzará nuevos ajustes. También considera fundamental la revisión del sistema de financiación.