El presidente de la Asociación Hotelera de Benidorm, Toni Mayor, no tiene ningún reparo en reconocer que el negocio «vive un momento dulce» y que la mayoría de los empresarios del sector ya ve la crisis como algo lejano . El cierre de los mercados competidores en el Norte de África o en Turquía, debido al auge del integrismo y de los atentados terroristas, ha disparado el número de visitantes que se desvían hacia la Costa Blanca, lo que ha propiciado que el número de pernoctaciones sea ya casi un 18% superior al que se registraba en 2008, de acuerdo con los datos facilitados por Ineca.

Esto ha permitido, a su vez, decir adiós a los descuentos y promociones que se aplicaron para animar la ocupación en los primeros años de la crisis y que provocaron una caída de la rentabilidad por habitación que llegó al 30%, según Mayor. El pasado verano, por el contrario, los precios medios ya eran casi un 10% superiores a los que se registraban antes de la crisis, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.

El sector, además, ya ocupa también al mismo número de asalariados que en 2007 -alrededor de 11.000 personas en toda la provincia- aunque los sindicatos critican que las condiciones de los trabajadores han empeorado, sobre todo por la externalización de tareas hacia empresas multiservicios que no cumplen con los convenios del sector. Mayor se defiende y asegura que son una minoría los hoteles que recurren a esta externalización y que los convenios han mantenido el poder adquisitivo de los empleados.

Lo que sí reconoce el presidente de Hosbec es que la bonanza del sector hotelero no se ha transmitido en igual proporción a la hostelería, donde el gasto medio sigue todavía por debajo del que se registraba en 2007 al igual que el número de establecimientos abiertos en la provincia: hoy en día hay 13.745 bares y restaurantes abiertos en Alicante frente a los 15.330 del año 2008, según el INE.