El sueldo de Mario Draghi como presidente del Banco Central Europeo (BCE) aumentó un 1% en 2016, hasta los 389.760 euros, una mejora sensiblemente inferior a la subida del 1,6% del año anterior y que se situó en línea con el repunte de la inflación de la zona euro, que el pasado mes de diciembre se situó en el 1,1% interanual. Desde su llegada a la presidencia del BCE en 2011, el salario básico del máximo responsable de la política monetaria de la eurozona se ha incrementado un 5%, mientras que desde el estallido de la crisis financiera en 2007, el presidente del BCE ha visto incrementado su salario en un 12,9%.

Por otra parte, el BCE logró un beneficio neto de 1.193,10 millones en 2016, lo que supone una mejora del 10,2% con respecto a los 1.081,79 millones del año anterior, según los datos del informe de gestión publicados por la entidad. Los ingresos netos del BCE sumaron en 2016 un total de 2.146,94 millones, una cifra un 10,3% más que un año antes, de los que 1.648,38 millones correspondieron a ingresos por intereses netos, un 11,7% más que en 2015.