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El Banco Sabadell busca comprador para Alicante Golf

La entidad pondrá a la venta las instalaciones de la Playa de San Juan, que se quedó en pago por las deudas de Hansa, tras fracasar las negociaciones para hacerse también con el hotel anexo

Una vista aérea del campo de golf de la Playa de San Juan. rafa arjones

El Sabadell ha decidido colocar el cartel de «se vende» en Alicante Golf después de que las negociaciones que mantenía para quedarse también con el hotel anexo no hayan llegado a buen puerto. De esta forma, el objetivo de la entidad es desprenderse de este activo en los próximos meses aunque todavía no está claro si lo pondrá en el escaparate de su filial inmobiliaria, Solvia, o si optará por organizar una subasta al mejor postor, como ya hizo, por ejemplo, para vender la antigua sucursal de la CAM en Maisonnave.

El campo de golf de la Playa de San Juan es propiedad del Sabadell desde el verano de 2015, cuando el banco cerró un acuerdo con Hansa Urbana para cancelar la deuda que la promotora mantenía con la entidad -cifrada en unos 18 millones de euros- y salir de su accionariado, donde el Sabadell ostentaba una participación del 30%, heredada de la CAM. El pacto, sin embargo, no incluyó la propiedad del hotel del mismo nombre -Hotel Alicante Golf- que la familia Galea traspasó a la sociedad Aquila Inversiones S.L. con su correspondiente crédito, también titularidad del banco catalán.

Durante todo el año pasado, el Sabadell estuvo en conversaciones con esta sociedad con el objetivo de negociar el posible traspaso del hotel a cambio de esta deuda -en la que también se habría producido algún retraso en los pagos, según las fuentes consultadas-, con el objetivo de volver a unificar ambos activos en un solo paquete. Sin embargo, tras varios intentos infructuosos, el banco parece haber arrojado la toalla y ha optado por soltar lastre y deshacerse del campo de golf, cuya gestión mantiene delegada en la desde septiembre de 2015 en una compañía especializada, Making Golf Group, que también explota el Club de Golf Retamares y El Robledal, en Madrid, y el de Señorío de Illescas, en Toledo.

Alternativas

Lo que no está todavía muy claro es la fórmula que se seguirá para la venta, ya que al tratarse de un activo muy específico su colocación resulta más complicada. De esta forma, la entidad podría optar por ofrecerlo a algún inversor especializado, aunque también cabe la posibilidad de que encargue su colocación a Solvia. Sin embargo, una de las alternativas más plausibles es que decida sacarlo a subasta como ya hizo, por ejemplo, con la sucursal de Maisonnave, lo que permitiría maximizar el precio. En aquella ocasión, en que se encargó la organización de la puja a BNP, la entidad logró más seis millones de euros por el local, que acabó en manos de la sociedad patrimonial que poseen los dueños de Porcelanosa, Héctor y Manuel Colonques.

La herencia de Hansa

El campo de golf de Playa de San Juan no fue el primer activo que el Sabadell se vio obligado a asumir fruto de las abultadas deudas que Hansa Urbana mantenía con la CAM. Entre los proyectos que ambas compartieron, sin duda el más polémico fue el de Cabo Cortés, que pretendía construir 27.000 habitaciones de hotel, 8.000 viviendas, un puerto deportivo, un aeródromo y dos campos de golf junto a una reserva marina en la zona de Baja California, en México. Un plan que el Gobierno mexicano acabó tumbando y que obligó al Sabadell a malvender los 38 millones de metros cuadrados que la CAM y Hansa habían adquirido para el proyecto. Las especiales relaciones entre la promotora de la familia Galea y la extinta caja alicantina fue una de las supuestas irregularidades que el Banco de España incluyó en el expediente abierto a los antiguos administradores de la CAM y también la Audiencia Nacional decidió abrir una pieza para investigarlas.

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