Baleària saca músculo. La que ya es una de las mayores compañías de la provincia presentó ayer su plan estratégico para los próximos cinco años, en los que prevé invertir nada menos que 450 millones de euros en la renovación y ampliación de su flota, así como en la construcción de nuevas terminales en los puertos donde opera. Un desembolso que la naviera con base en Dénia se puede permitir gracias a los buenos resultados que viene cosechando en los últimos años: sólo en el pasado ejercicio la compañía logró facturar 329,5 millones de euros, un 13% más, lo que disparó sus beneficios hasta los 39 millones de euros, un 37,7% más que en 2015.

Como reconoció el propio presidente de Baleària, Adolfo Utor, una parte de este incremento de resultados se debe al precio excepcionalmente bajo del combustible, que supuso una importante reducción de costos para la naviera, pero lo cierto es que la firma también mejoró notablemente su actividad. En concreto, el conjunto de líneas que opera en el Mediterráneo y el Caribe transportaron un 10% más pasajeros que en el ejercicio anterior, hasta alcanzar los 3,5 millones de usuarios, a los que hay que sumar 750.000 vehículos y más de cinco millones de metros lineales de mercancías.

Un incremento que se debió al buen funcionamiento de las rutas tradicionales de la compañía -principalmente las conexiones con las Islas Baleares y el enlace entre Tánger y Algeciras- pero también a la incorporación de nuevos destinos, como el ferry entre Valencia y Mostaganem, en Argelia -competencia directa del que une Alicante con Orán- o las conexiones desde Melilla a Almería o Málaga.

Gas natural

En cuanto al plan estratégico, el grueso de las inversiones -unos 320 millones de euros- se irá en la ampliación y mejora de la flota, que actualmente ya componen 25 barcos. Concretamente, se prevé la construcción de tres nuevos «smartships» propulsados por gas natural (uno en el astillero La Naval y otros dos en Cantieri Navale Visenti), así como la compra de otras unidades y la modernización de buques de la flota gracias a remotorizaciones para que también puedan utilizar este combustible menos contaminante y por el que la compañía ha decidido apostar decididamente.

El resto del dinero se invertirá en la construcción de nuevas terminales para el embarque y desembarque de los pasajeros en Barcelona -donde el proyecto ya está notablemente avanzado-, Palma de Mallorca y Valencia, donde la firma opera en una ubicación provisional desde hace más de diez años. Según explicó Utor, la intención de Baleària es que su nueva terminal de Valencia se ubique lo más próxima posible al núcleo urbano ya que pretende convertirla, también, en un centro de actividades culturales y de responsabilidad social corporativa, como ya ocurre con las instalaciones que ya posee en el puerto de Dénia. Para ello gastará entre 15 y 20 millones para su construcción, aunque el presidente del Puerto de Valencia, Aurelio Martínez, ya advirtió ayer de que no existen demasiadas posibilidades de espacio en las dársenas valencianas para acoger un proyecto como el de Baleària.

Por destinos

Por áreas de negocio, la conexión con Baleares desde Dénia, Valencia y Barcelona aún supone la que más pasajeros acumula, con un total de 1,7 millones el año pasado, un 14% más. No obstante, las rutas con el norte de África están a punto de superar esa cifra ya que en 2016 ,registraron un incremento del 7% en pasaje, con un total de 1,65 millones de pasajeros, y un 8% más de mercancías transportadas (975.000 metros lineales). Por último, la filial Baleària Caribbean, que navega entre los Estados Unidos y las Bahamas, se consolidó con 150.000 pasajeros y una mejora del 5%.