El incremento del consumo del café monodosis, el auge de los juegos de azar y la preferencia por la música y el vídeo en línea han llevado al Instituto Nacional de Estadística a incluir estos productos en la cesta de la compra, de la que ha sacado la cámara de vídeo, el DVD grabable y el brandy. El INE revisa a fondo cada cinco años la cesta de la compra y la ponderación de los productos que la componen para adecuarla a los nuevos hábitos. El reajuste de las ponderaciones ha llevado al INE a dar más peso en el IPC al ocio y la cultura, a la alimentación y a la vivienda (que incluye la electricidad), en detrimento del transporte, así como del vestido y el calzado. En la anterior revisión (base 2011), entraron las tabletas y la depilación láser y salió el alquiler de películas, mientras que en la previa (base 2006) se incluyó la cirugía estética y se excluyeron las telas para la confección.