Los despidos colectivos de trabajadores registraron hasta noviembre pasado un aumento del 18,4% en la provincia, pese a que en 2016 comenzaron a evidenciarse los primeros síntomas de la recuperación económica. En los once primeros meses del año fueron 468 los trabajadores afectados por despidos colectivos, frente a los 395 del mismo periodo del año anterior. Una cifra que supone casi la mitad de los mil empleados incluidos en regulaciones de empleo hasta noviembre de 2016 en Alicante. Para los sindicatos, esta evolución «es una contradicción con la reactivación económica de la que habla el Gobierno y la propia patronal. Así, lo que vienen a mostrar los datos es que los empresarios siguen recurriendo a estas medidas para abaratar los despidos y los costes laborales, pero aumentando sus cuentas de resultados», denunciaba José María Ruiz Olmos, responsable de comunicación de CC OO en l' Alacantí-Les Marines.
Además, el representante sindical llamaba la atención sobre el hecho de que las modalidades de extinciones de contrato y de reducciones de jornada, también contempladas en las regulaciones de empleo, «son las que bajan. Estas son, precisamente, las que afectan a menos trabajadores». Desde el sindicato también se mostraba sorpresa por la tendencia de aumento de los despidos colectivos el pasado año, «después de una larga e intensa crisis donde ya se ha destruido mucho empleo». Y temen que esta evolución pueda mantenerse al alza en este año, «teniendo en cuenta los planes de ajustes anunciados ya por el sector financiero».
CC OO también atribuye el aumento en 2016 de los despidos colectivos a que «son más fáciles de hacer, dado que la última reforma laboral eliminó el paso de la autorización previa de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE)». Esta supresión, «ha reducido la capacidad de negociación de las condiciones de los ERE para los trabajadores, a los que suele despedir con indemnizaciones muy inferiores a las que les correspondería, si son empleados con mucha antigüedad. Ahora, las indemnizaciones por ERE son de 20 días por año trabajado», añade Ruiz Olmos. Por otra parte, la bajada de las suspensiones de contrato y de las reducciones de jornada el 60% y del 11,5%, respectivamente, permitieron que el balance final de trabajadores afectados por alguna medida de regulación de empleo bajara hasta los 1.000 empleados, que representan 481 menos que de enero a noviembre de 2015, en términos absolutos, y un 32,4% en términos relativos.
Para CC OO, recurrir a estas fórmulas por parte de los empresarios es no sólo abaratar los despidos, «que le permiten últimas las reformas laborales, sino también precarizar las condiciones de trabajo porque, en el caso de las reducciones de jornada, se aprovecha para convertir contratos a tiempo completo en jornadas parciales (menos horas y menos retribución)», advierte Ruiz Olmos, quien reclama una «legislación más garantista para los derechos laborales».
Por otra parte, en la Comunidad, el número de trabajadores incluidos en regulaciones de empleo también bajó hasta noviembre, aunque en un porcentaje inferior. Descendieron un 5,9%, debido a que aumentaron un 3,6% las suspensiones de contrato, sobre todo por el balance de Valencia, donde los empleados afectados por despidos individuales pasaron de los 1.567 hasta noviembre de 2015 a los 2.570 del mismo periodo de 2016.
