La campaña de captación de nuevos socios que ha puesto en marcha Coepa para elevar el volumen de ingresos que obtiene con las cuotas empieza a dar sus primeros frutos. El comité ejecutivo de la patronal aprobó ayer cuatro nuevas altas entre las que destacan los nombre de dos de las mayores empresas de la provincia: la productora de tomates Bonny y la constructora Ecisa.

Aunque sus respectivos presidente, Jorge Brotons y Manuel Peláez Robles, forman parte de la ejecutiva de la patronal desde hace tiempo, lo hacían en nombre de sus asociaciones sectoriales y ha sido ahora cuando han querido dar el paso de incorporar a sus compañías de forma individual, como un gesto de apoyo a la organización. Y no son los únicos, el propio presidente, Francisco Gómez, ha conseguido que la Asociación de Empresarios de Guardamar también se incorpore a la patronal provincial, además de otra promotora de Alicante.

Cabe recordar que la captación de nuevos socios es una de las patas sobre las que se sustenta el plan de viabilidad que ha permitido a Coepa superar el concurso de acreedores, junto con la quita del 95% de su deuda ordinaria y el futuro traspaso de la titularidad del centro de oficios al Instituto Valenciano de Finanzas, a cambio de cancelar su hipoteca.

En este sentido, con estas incorporaciones ya son 96 los socios de la patronal provincial -de los que 45 son empresas y el resto, 51, otras asociaciones sectoriales o territoriales-, lo que permitirá rozar los 200.000 euros de ingresos por esta vía.

Análisis de cuentas

Precisamente, el comité de ayer estuvo analizando las previsiones económicas de la organización para este ejercicio. Por el lado de los ingresos, además de las cuotas, Coepa prevé ingresar 60.000 euros por el convenio firmado con la Diputación; 22.000 por su participación en el Tribunal de Arbitraje Laboral; 5.000 de la cuota que le paga la Asociación Española de Banca; 30.000 por patrocinios y alquileres, y 150.000 de la Ley de Participación Institucional. En total, unos 460.000 euros.

En la parte de los gastos, la patronal ha rebajado a 188.000 euros sus gastos ordinarios, incluidos los salarios, pero debe hacer frente a los pagos comprometidos en su convenio de acreedores (despidos de los trabajadores, Seguridad Social, Fogasa, etc) por importe de unos 136.000 euros. En total, unos 325.000 euros.

De esta forma, Coepa podría finalizar con más de 100.000 euros de tesorería, si se cumplen todas sus previsiones. El problema está en que lo tiene bastante complicado para cobrar los 150.000 euros a los que aspira por la Ley de Participación Institucional porque se trata de una subvención que se ingresa a través de Cierval y, si ésta entra definitivamente en concurso de acreedores -ahora está en preconcurso-, perdería el derecho a recibirlas a partir de ese momento (sólo cobraría la parte proporcional de la anualidad, hasta esa fecha).

Aunque desde Coepa aseguran que el desfase sería mínimo y que se podría compensar, lo cierto es que el asunto preocupa bastante en el seno de la organización empresarial. De ahí que el comité de ayer también diera a su presidente, Francisco Gómez, vía libre para negociar con Valencia la salvación de Cierval o bien la incorporación de la patronal alicantina al nuevo proyecto que pretenden poner en marcha desde el «cap i casal», donde prefieren liquidar definitivamente la actual estructura autonómica y sustitiurla por otra para no tener que hacerse cargo de forma subsidiaria de los problemas económicos de Castellón.

El objetivo, sea de la forma que sea, es que se mantenga algún tipo de patronal autonómica ya que sólo las organizaciones de este ámbito pueden aspirar a las subvenciones que da el Consell a los agentes sociales por su participación en diversos foros públicos, consejos sociales, consejos de administración de empresas públicas, etc. Eso sí, los empresarios alicantinos también tienen claro que quieren mantener su propia personalidad jurídica, sea cual sea la fórmula.