El último trimestre de 2016 ha roto la tendencia de creación de empleo que venía registrándose a lo largo del año en Alicante. Al cierre de diciembre, la provincia había perdido 9.600 trabajadores ocupados pese a bajar el paro, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA).

Una pérdida de empleo que tiene su reflejo más directo en las familias, que suman algún parado y pierden la principal fuente de ingresos como es el salario del miembro que se ha quedado sin trabajo. Desde los comienzos de la crisis, la supervivencia de muchos hogares españoles y alicantinos, en concreto, ha venido dependiendo de la pensión de los abuelos o la prestación de jubilación. Una situación que ha fluctuado dependiendo de los picos de mejoría en la creación de empleo.

Pero en el último trimestre de 2016 sufrió un importante repunte, después de un año de tendencia negativa. Al finalizar diciembre, eran 17.200 los hogares provinciales con alguno de sus miembros en paro cuya supervivencia dependía de una pensión. Eso supone un aumento de 3.100 viviendas más que en el trimestre anterior y 4.600 más, incluso, que en el segundo trimestre. Aunque en relación a hace un año, la cifra ha bajado, y son 300 hogares menos los que han dejado de tener que salir adelante con los ingresos de una prestación de jubilación.

«Aun así, la cifra sigue siendo elevada», advierte Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l' Alacantí. Los estragos que ha ido causando la prolongada crisis ha «instalado la precariedad no sólo en el empleo, sino también en las familias, haciéndolas más vulnerables», añade la dirigente sindical. Tanto, que el número de hogares que se encuentran en esta situación se ha disparado en relación al periodo previo a la crisis. Según los mismos datos de la EPA, en el cuarto trimestre de 2007 eran 7.000 las viviendas con alguno de sus miembros sin trabajo cuyo principal ingreso era la prestación del abuelo o de la abuela. Los picos más altos desde entonces se registraron a finales de 2010 y comienzos de 2011 en que más de 18.400 familias se encontraban en estas circunstancias.

Una situación en la que, en su caso, el pago de la cuota de la hipoteca, la manutención de la unidad familiar y otros gastos básicos tienen que salir de la paga mensual de un beneficiario en el hogar de la prestación de jubilación. Y ésta, de media en Alicante, es de 792,12 euros al mes, 121 euros más baja que el promedio de la pensión estatal. « Y todo ello, si es el caso de que los hogares sobrevivan con la jubilación del familiar de referencia, porque una gran mayoría de las pensiones en la provincia no alcanza el Salario Mínimo Interprofesional», advertía Sánchez. En el caso de las de viudedad, la media es de 591,97 euros mensuales.

Tanto UGT como CC OO denuncian la falta de políticas que hayan remediado estas situaciones y critican que el Gobierno se «haya centrado más en los número, en el déficit, y se haya olvidado de las prioridades, que son las personas, impulsar el empleo y que este sea de calidad», coinciden Yaissel Sánchez y José María Ruiz Olmos, responsable de comunicación de CC OO en l' Alacantí-Les Marines.

«Con salarios dignos, no vivirían estas situaciones», apostilla la dirigente de UGT.