El sector servicios, el principal motor de la economía alicantina, redujo en el cuarto trimestre del año su cifra de ocupados en 23.100 personas en relación al trimestre anterior, en que registró una cifra récord de ocupación en el año 2016, con 578.400 trabajadores, según los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados ayer.

Este descenso en la actividad señera de la provincia en un periodo que incluye la campaña navideña -la de mayor impulso de la contratación- tuvo su reflejo en la pérdida de población ocupada, que pasó de los 747.300 alicantinos con trabajo en el tercer trimestre a los 737.700 del cuarto. Es decir, 9.600 menos que en el periodo estival.

Los sindicatos critican que la coincidencia de la campaña de Navidad y las cifras récord en el sector turístico, «deberían haber arrojado datos positivos, con mayor volumen de contratación», denuncia José María Ruiz Olmos, responsable de comunicación de CC OO en l' Alacantí-Les Marines. Para los representantes sindicales, el balance trimestral «pone de manifiesto que en el caso de los hoteles, pese a aumentar la actividad, no se amplían las plantillas», añade Ruiz Olmos.

Por su parte, Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l' Alacantí-La Marina, viene advirtiendo de que las previsiones de las patronales sobre la creación de empleo durante la campaña de Navidad no se están cumpliendo.

Menos parados

La nota positiva que arrojó el último trimestre del año para el mercado laboral provincial es que el desempleo se redujo. Los 164.200 alicantinos que al finalizar diciembre se encontraban en esta situación suponen 6.600 menos que en el trimestre anterior, lo que recortó ligeramente la tasa de paro hasta situarla en el 18,21%. Un nivel, además, que se sitúa por debajo de la media estatal, que acabó en el 18,63% y de la autonómica, que superó el 19%. Aun así, la tasa de desempleo juvenil en la provincia continúa siendo muy elevada. Es superior al 46% entre los que tienen 16 y 24 años.

Además del sector servicios, otra actividad que contribuyó a la pérdida de ocupados fue la agricultura, que pasó de tener 16.700 trabajadores en el periodo estival a los 12.100, mientras que la construcción mantuvo estable la cifra de ocupados en 42.400. Sólo la industria mejoró los datos. Ganó 18.300 trabajadores, al pasar de los 109.700 del tercer trimestre a los 128.000 del cuarto, debido a la reinicio de la actividad, tras el periodo veraniego. «En agosto, este sector impone la mala práctica de enviar a los trabajadores al paro durante las vacaciones para ahorrar costes, una ocupación que se recupera en los meses siguientes», denuncia CC OO.

Más jubilados

Tanto con la evolución del desempleo como la de ocupados, la provincia registra un descenso de la población activa de 16.200 personas en el cuarto trimestre en relación al anterior.

¿Por qué? «Hay menos trabajadores en algunos sectores. Pero también hay que señalar que en el colectivo de estudiantes hay 12.700 más y 11.100 más en el de jubilados o pensionistas. «Por una parte, son personas en edad de trabajar que optan por la formación ante la falta de empleo. Y por otra, trabajadores que deciden jubilarse, ya sea porque han llegado a la edad o por temor a que se deterioren más las condiciones para acceder a una pensión contributiva», explica Ruiz Olmos.

Con la evolución del paro y la ocupación registrada a finales de 2016, el cuarto trimestre rompe con la tendencia positiva que venían marcando los trimestres anteriores. Así, la comparativa interanual refleja unos datos más positivos. En relación al cuarto trimestre de 2015, Alicante gana 45.700 ocupados, al cerrar 2016 con 737.700 personas con trabajo, frente a las 692.000 de un año antes. De forma paralela, el número de parados se reduce en 42.100 personas. En diciembre de 2015, la provincia rebasaba la barrera de los 200.000 desempleados (206.300), mientras que a finales del pasado ejercicio, la cifra bajaba a los 164.200.

De igual forma, en un año la tasa de desempleo se ha reducido sensiblemente, al pasar del 22,93% de finales de 2015 al 18,21% actual.

Los sindicatos, no obstante, insisten en que «no se puede hablar de asentar la recuperación económica bajo la generalización de la precariedad y la falta de estabilidad en el empleo», subrayaba Yaissel Sánchez, del sindicato UGT.