No van a cambiar de idea. A pesar de la creciente presión social y de los varapalos judiciales para el sector, los máximos responsables del Banco Sabadell han defendido hoy a capa y espada la legalidad de las cláusulas suelo que mantiene el banco y han reiterado que, no dejarán de cobrarlas. "Podemos decir en conciencia que nosotros nunca engañamos a los clientes", ha asegurado rotundo el presidente de la entidad, Josep Oliu, durante la presentación de los resultados anuales.

Unas cuentas en las que, a pesar de su posición, la entidad se ha visto obligada a provisionar hasta 410 millones de euros -130 millones en el último trimestre, tras la sentencia del Tribunal de la UE- para afrontar el posible impacto de una devolución total de estas cláusulas, en caso de que finalmente la justicia les obligue a ello. Por este motivo, los beneficios del banco se han quedado en 710,4 millones de euros, apenas un 0,3% más que el año pasado, por debajo de lo que esperaba el mercado.

Durante una comparecencia pública en la que el asunto casi ha monopolizado las preguntas de la prensa, tanto Oliu, como el consejero delegado del banco, Jaume Guardiola, se han encargado de defender la legalidad de esta práctica, que impide que las hipotecas de los afectados se beneficien del abaratamiento del euribor. "Lo que hubo fue una sentencia del Supremo que dejó claro que las cláusulas suelo eran legales y que, en determinados casos, por falta de transparencia, cuando no se hubieran explicado bien a los clientes, eran nulas. Y ahora hay una sentencia de la Justicia europea que dice que en esas cláusulas nulas la retroactividad de la devolución del dinero debe ser total. Pero las nuestras se hicieron bien", ha recalcado Guardiola

No obstante, los ejecutivos del banco también han recordado que, en todos aquellos casos que lo ha solicitado el cliente, han intentado "negociar de buena fe" una alternativa, que en la mayoría de los casos ha consistido en pasar la hipoteca de tipo variable a tipo fijo. Según ha señalado el director financiero de la entidad, Tomás Varela, ya han dado este paso aproximadamente la mitad de los clientes que tenían hipotecas con cláusulas suelo en el Sabadell.

Proceso extrajudicial

Igualmente, la entidad también ha señalado que va a cumplir con las obligaciones establecidas en el real decreto aprobado por el Gobierno para facilitar la devolución extrajudicial del dinero a los afectados. Así, a final de este mes informará a sus clientes de la posibilidad de presentar la reclamación en las comunicaciones por carta que habitualmente envía para informar de los cambios de condiciones de sus productos y también habrá carteles en las oficinas. A los clientes que reclamen se les atenderá pero no se les devolverá el dinero.

Por otro lado, Josep Oliu ha restado importancia a los efectos que pueda tener el "Brexit" o la victoria de Trump en sus proyectos en el Reino Unido, donde ha adquirido el banco TSB, o en México, donde acaba de abrir una filial. Así, ha señalado que, más allá de las circunstancias coyunturales, ambos siguen siendo mercados con muy buenas perspectivas.

Traslado de sede

Oliu también se ha referido a la polémica generada después de que hace unas semanas, durante un acto en Sabadell, señalara que el banco puede cambiar su sede sin necesidad de aprobarlo en la junta de accionistas, en lo que se interpretó como una crítica al proceso soberanista en Cataluña. El banquero aseguró sentirse muy "molesto" porque, según ha explicado, en realidad fue un accionista el que le preguntó si los estatutos del banco permitirían dicho cambio, a lo que se limitó a informarles que sí.

Las cuentas

En cuanto a los grandes números, el Sabadell ganó el año pasado 710,4 millones de euros, sólo un 0,3% más que en 2015, debido a las provisiones extraordinarias por las cláusulas suelo y las que también ha tenido que realizar por la nueva normativa contable del Banco de España y su salida del BCP. Aún así, Jaume Guardiola ha destacado el buen comportamiento del negocio, que ha permitido mejorar el margen de interés un 19,8%, hasta los 3.837 millones. Igualmente, el banco ha logrado reducir su tasa de morosidad hasta el 6,1%.

Por lo que respecta a la posibilidad de que entre en nuevas fusiones o en la adquisición de alguna nueva entidad, Oliu ha asegurado que este año "no estamos en eso" y que se van a centrar en crecer orgánicamente y mejorar el negocio.