Hartos de las deudas ajenas y de las constantes trabas, los dirigentes de la Confederación Empresarial Valenciana (CEV) lanzaron ayer un órdago a sus homólogos de Alicante y Castellón de tan difícil cumplimiento que en la práctica hace inviable la supervivencia de la patronal autonómica Cierval, en preconcurso de acreedores desde el pasado diciembre. El comité ejecutivo y la junta directiva de la organización dieron apoyo unánime a las decisiones que tomen sus representantes en las negociaciones para tratar de salvar a la autonómica, pero impusieron unas condiciones «irrenunciables» que se antojan irreales a estas alturas, estando como está la castellonense CEC al borde de la liquidación y la alicantina Coepa recién salida de un concurso.

En primer lugar, la CEV exige que antes del 27 de febrero, cuando se cumple el plazo máximo, las tres provinciales deberán abonar a la Generalitat el dinero que ésta les reclama por un expediente sobre prevención de riesgos laborales entre los años 2008 y 2010. La CEV debe devolver 238.164 euros, que ya tiene provisionados, pero a la CEC le corresponden 174.790 y a Coepa, 151.869. Ninguna de las dos dispone de esos recursos.

Además, las tres «deben comprometerse, mediante documento público, a satisfacer o presentar aval bancario sobre las cantidades que pudieran ser requeridas por la Administración en relación a los expedientes en curso», referidos a la formación y que afectan sobre todo a Castellón, con unos dos millones en deudas. También ante «posibles requerimientos» futuros. Asimismo, las fundadoras de Cierval deben «contemplar el reintegro vinculado a las subvenciones si así lo exige la Administración, así como la responsabilidad civil que pudiera derivarse de ilícitos penales».

Desde el punto de vista de los ingresos, reclama que acepten que las empresas y sectoriales puedan asociarse libremente a Cierval, sin pasar por las provinciales, como quiere Coepa. Las exigencias formuladas ayer por la CEV transmiten la impresión de que la patronal provincial de Valencia piensa más a estas alturas en un futuro en el que Cierval no estará. Sin un acuerdo, la autonómica tendrá que ir a concurso en marzo y probablemente acabe en liquidación