Si los empresarios valencianos no ven posible la salvación de la patronal autonómica Cierval y desean impulsar una fórmula alternativa, Coepa está dispuesta a sumarse al proyecto. Eso sí, con las mismas condiciones que hasta ahora exigía para aceptar la reforma de los estatutos de la anterior. Es decir, que las empresas y asociaciones sectoriales que se inscriban en la organización autonómica deban estar también adscritas a la patronal provincial para evitar una fuga de socios que la deje sin ingresos; y mantener la potestad de designar a los representantes empresariales en aquellos organismos de carácter provincial o local, como los consejos de las universidades o los consejos sociales municipales.

Así lo señaló ayer el presidente de Coepa, Francisco Gómez, después de que se hicieran públicos los planes de la patronal provincial de Valencia, la CEV, para transformarse en autonómica tras dejar caer a Cierval, actualmente en situación de preconcurso de acreedores. De esta forma, los valencianos quieren evitar convertirse en los paganos de las deudas que acumula la patronal autonómica actual ya que son los únicos con músculo suficiente para afrontar algún desembolso de importancia, ante los problemas económicos y judiciales que acumula la patronal de Castellón -los juzgados acaban de abrir la cuarta causa penal contra sus dirigentes por supuestos fraudes con el dinero de los cursos de formación- y la falta de recursos de Alicante, que acaba de salir del concurso de acreedores.

Al respecto, lo que también tienen claro en Coepa es que no van a pagar los 150.000 euros que le exigen los valencianos como condición «sine qua non» para intentar el rescate de Cierval y que corresponden a subvenciones que hay que devolver a la Generalitat. Desde Alicante insisten en que se trata de una deuda de la patronal autonómica -aunque fueran las provinciales las que ejecutaran los programas- y que la única cantidad que van a pagar a la organización de José Vicente González son los alrededor de 30.000 euros que establece el convenio de acreedores que se aprobó en su día y que supuso una quita el 95% en la deuda ordinaria de Coepa.

«Nosotros somos partidarios de que existe una patronal autonómica y, si Valencia considera demasiado arriesgado salvar a Cierval, estamos dispuestos a explorar otras fórmulas, siempre que nos permitan cumplir con nuestro plan de viabilidad», señalo Francisco Gómez, quien recordó que la propuesta inicial era que la CEV se fusionara con Cierval para evitar su quiebra, por lo que consideran que la alternativa ahora propuesta no dista tanto de los planes iniciales.

Eso sí, también tienen claro que no consentirán que la CEV se convierta en patronal autonómica y trate de abrir una delegación en Alicante sin contar con ellos, para hacerles la competencia. En otras palabras, que están condenados a entenderse porque, como recuerdan, «el representante de CEOE en Alicante es Coepa», lo que cerraría la puerta a que CEV tuviera consideración autonómica sin su consentimiento. En cualquier caso, lo primero que quieren tener claro los empresarios alicantinos son las posibles responsabilidades en que pueden incurrir sus representantes en la dirección de Cierval si, finalmente, la patronal quiebra. Y también la viabilidad jurídica de la alternativa propuesta por la CEV, por lo que han encargado un informe a Garrigues.