El calzado es el líder de la exportación alicantina y, además, es el que se encuentra mejor posicionado en Estados Unidos entre los sectores provinciales. Supone más del 45% de los 248,4 millones exportados de enero a octubre desde Alicante a EE UU, según los últimos datos de Comercio Exterior segregados por sectores. Al resto del grueso de la facturación exterior aportan, principalmente, la industria del mármol, la del juguete, así como los productores hortofrutícolas, los de alfombras o los de vidrio, además de la maquinaria.

Para los empresarios zapateros, el país que desde hoy gobernará el republicano Donald Trump es el quinto mercado internacional, después de los de mayor peso en Europa. «Es un cliente consolidado, que aprecia nuestro producto, al que cada vez estamos vendiendo más, y donde el precio medio por par es el más alto de nuestras exportaciones». Se vende a 45,53 euros el par de zapatos, según apuntaba recientemente Marián Cano, presidenta de la Asociación de Empresas de Calzado de la Comunidad Valenciana (Avecal).

La dirigente empresarial se mostraba cauta sobre el devenir de las ventas del calzado alicantino en la era Trump, pero recordaba que EE UU es un mercado «al que las empresas del sector consideran como una oportunidad de negocio», por lo que si, finalmente, se cumplen los negros pronósticos de la implantación de medidas proteccionistas que eleven los aranceles, «nuestros empresarios tendrán que hacer un mayor esfuerzo para mantenerse en aquel mercado, el quinto para el calzado provincial», insistía Cano. Tradicionalmente, el sector de la piedra natural ha sido el que secundaba a la exportación zapatera a EE UU, aunque a distancia. Los 19,6 millones de euros vendidos hasta octubre de 2015 le mantenían en esa segunda posición. Pero un año después, las cifras han bajado ligeramente hasta los 14 millones entre enero y octubre de 2016, según los datos de Comercio Exterior. El sector del mármol, que también se muestra preocupado por un posible aumento de las barreras arancelarias en un contexto de baja demanda, fue de los primeros en atisbar en 2007 la crisis que se avecinaba, a tenor del descenso de pedidos que registraba del sector inmobiliario americano.

Después, tras la caída de la construcción de viviendas, vino la crisis financiera que todos conocemos y que devino en larga e intensa recesión mundial.

Por otra parte, para el juguete, EE UU es el primer mercado, después de los países de la UE. Allí, los industriales jugueteros alicantinos vendieron hasta octubre pasado más siete millones de euros.

Hortalizas, frutas o alfombras

Desde el sector más tradicional, como es la actividad agraria, también se envían pedidos a Norteamérica. La venta de preparados de hortalizas o frutas con sello alicantino representaron hasta octubre unos 25 millones, frente a los 13,1 del mismo periodo de 2015. Al margen, la exportación de hortalizas supuso 11,2 millones, un 67% más que de enero a octubre de hace dos años.

Y otras actividades que suman al total de la facturación con Estados Unidos son el del vidrio y sus manufacturas, con 5,4 millones en el último año; el plástico, con 5,3 millones o el sector alfombrero, con tres millones de euros en ventas hasta octubre de 2016. Igualmente, desde la provincia se exporta maquinaria diversa, que en un año ha supuesto más de 9 millones.