El presidente de la Asociación Provincia de Promotores (Provia), Antonio Fernández, reclamó ayer medidas para agilizar la urbanización de los suelos pendientes de desarrollo -es decir, los que ya tienen la clasificación de urbanizables pero en los que aún no se han acometido las obras necesarias para su transformación- en aquellos municipios donde ya se empieza a detectar escasez de este bien. De lo contrario, advirtió, se corre el riesgo «de que los precios empiecen a dispararse, como ya está ocurriendo en determinados enclaves como la Playa de San Juan, donde el coste de los terrenos se ha duplicado en los tres últimos años».

De esta forma, el presidente de Provia se suma a las advertencias que el pasado martes lanzaba un informe de la tasadora Tinsa, que aseguraba que el suelo finalista empieza a escasear en enclaves como Calp, Dénia, La Vila o Torrevieja y que, en su conjunto, el stock actual existente en toda la provincia se agotará en menos de cinco años.

Al respecto, Fernández señaló que las circunstancias son muy distintas de un municipio a otro pero que, en términos generales, en aquellos donde la construcción ha empezado a reactivarse ya se detecta el problema «porque, desde el estallido de la crisis, apenas se ha desarrollado nuevo suelo». De esta forma, aunque existan terrenos reclasificados más que de sobra, los solares disponibles para construir de forma inmediata «no son tantos», lo que anticipa «tensiones en el mercado». Ante este hecho, el empresario aboga porque cada Ayuntamiento analice su situación y trate de agilizar en lo posible la urbanización de los planes pendientes.

En este sentido, también reconoció que la negativa de las entidades bancarias a financiar este tipo de actuaciones, tras las ingentes cantidades de terreno que tuvieron que asumir tras el estallido de la crisis, supone una complicación añadida, ya que priva a los agentes urbanizadores de los recursos necesarios para acometer las obras. Igualmente, señaló que la incertidumbre que se ha creado con la nueva normativa urbanística del Consell también contribuye a esta parálisis que puede acabar pasando factura al sector.