El ministro de Hacienda y Función Pública, Cristóbal Montoro, advirtió ayer de que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017 tendrán que ser «exigentes», ya que este ejercicio será el «más difícil» de la legislatura en materia de reducción de déficit, puesto que se tendrá que acometer un ajuste de 16.000 millones de euros para rebajarlo del 4,6% al 3,1%. Eso sí, durante su comparecencia en la Comisión de Hacienda del Congreso, también aseguró que no serán necesarias medidas adicionales para conseguirlo.

Así, Montoro aseguró que en 2018 será «más fácil», ya que la corrección del déficit será «más accesible». Será entonces cuando España saldrá de los procedimientos de corrección de déficit excesivo y de esa manera cumplirá los compromisos de estabilidad con Bruselas y conseguir que el nivel de vigilancia al que esta «sometido» en la actualidad será «mucho más inferior». «Ganaremos capacidad en materia de acción como política nacional», subrayó

En cualquier caso, el ministro dejó clara su confianza en la recuperación económica para lograr estos ajustes sin mayores esfuerzos. De cara a la negociación de los Presupuestos, Montoro advirtió a los grupos que «todo lo que traigan al Gobierno tiene que estar basado en diálogo, el entendimiento y la cesión», entendida ésta en los límites marcados por Mariano Rajoy en su investidura, de forma que no perjudiquen a la recuperación y al «gran objetivo nacional» de alcanzar los 20 millones de ocupados en 2020.

Por otra parte, Montoro avanzó que trabaja en un plan para flexibilizar la prohibición de aplazar deudas tributarias a pymes y autónomos -una medida que aprobó el Gobierno para mejorar la recaudación tributaria y evitar un desfase mayor del previsto- y que baraja penalizar fiscalmente a las empresas morosas con sus proveedores.