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Caixabank arrebata a BBVA el segundo puesto en número de oficinas en la provincia

El Sabadell se mantiene como el banco con más sucursales en Alicante con casi un 23% de la red total a pesar de los recortes

Los cambios en el mapa bancario de la provincia continúan. Si durante los primeros años de la crisis fue la desaparición de CAM y Bancaja lo que marcó la evolución del sector en Alicante, ahora es el repliegue de las grandes entidades nacionales la razón de los principales cambios. Así, por primera vez CaixaBank ha arrebatado al BBVA el segundo lugar entre las entidades con mayor presencia en la zona, según consta en el último Anuario publicado por el Instituto Valenciano de Finanzas, con datos cerrados a 31 de diciembre de 2015.

Y es que, al contrario que todos sus rivales, la entidad catalana consiguió cerrar el ejercicio con un número de sucursales mayor de las que tenía al comenzar el año -pasó de 144 a 147- tras absorber el negocio del británico Barclays, que decidió marcharse de España ante la baja rentabilidad del mercado. En este sentido, si se compara con la red que tenía al inicio de la crisis -154 oficinas-, CaixaBank sería una de las entidades que menos locales ha clausurado en la provincia aunque hay que tener en cuenta que sí ha suprimido la mayoría de la red de las entidades que ha ido integrando en este tiempo, como es el caso del desaparecido Banco de Valencia, que llegó a contar con 66 delegaciones en la zona.

En cualquier caso, sus responsables nunca han ocultado su intención de diferenciarse del resto mediante el mantenimiento de una amplia red que, entre otras cosas, les permite recoger a los clientes descontentos con los cierres de sus rivales, tal y como explica el responsable de Banca de UGT en L'Alacantí, José María Garrido. Además, CaixaBank ha pasado a considerar sus sucursales como «puntos de venta» -ya comercializa desde móviles a automóviles en régimen de renting- e, incluso, ha puesto en marcha un nuevo concepto de oficina que denomina «store» (tienda, en inglés).

El BBVA, por su parte, cerró ocho de sus oficinas durante 2015, lo que dejó su red total en 142 sucursales. Una cifra aún más que significativa y que le sigue ofreciendo una considerable distancia sobre su eterno rival, el Banco Santander, que acabó el ejercicio con 98 delegaciones a pesar de haber integrado en su marca principal las oficinas de Banesto. Aún así, está por ver cómo queda cómo queda configurada finalmente la red del banco presidido por Francisco González tras los cierres que ejecutó en los últimos meses de 2016 y las 132 clausuras que ha anunciado en todo el país para el próximo mes de febrero.

En cualquier caso, el líder indiscutible en Alicante continúa siendo el Banco Sabadell que, a pesar de todos los cierres que ha practicado desde que se adjudicó la CAM, aún contaba al finalizar 2015 con 255 sucursales en activo, lo que supone que prácticamente uno de cada cuatro establecimientos financieros de la provincia (el 23%, para ser exactos) pertenecen al grupo presidido por Josep Oliu. También en este caso, el banco ha anunciado un nuevo recorte para el año que empieza de 250 delegaciones en todo el país.

Por su parte, Cajamar se mantiene como la cuarta entidad con más presencia, con 74 oficinas abiertas, mientras que Bankia ocupa la quinta posición, con 66 delegaciones, menos de la mitad de las que llegaron a acumular Bancaja y Caja Madrid por separado.

Concentración

Desde el inicio de la recesión, el número total de oficinas bancarias de la provincia se ha reducido ya de 1.736 a 1.114, lo que supone un recorte del 36%, mientras que la cifra de entidades que operan en la zona ha pasado de 53 a 35. Esto se traduce en una mayor concentración del negocio ya que, a pesar de los recortes que también han realizado, las cuatro primeras entidades acaparan en estos momentos cerca del 60% de toda la red frente al 45% que suponían antes de la recesión. Una circunstancia sobre la que han empezado a alertar algunos especialistas, que creen que esta concentración empieza a afectar a la competencia.

Además, cada vez un mayor número de municipios de pequeña dimensión y otras entidades menores se han quedado sin oficina y sus habitantes se ven obligados a desplazarse para aquellos trámites que no pueden realizar de forma telemática.

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