Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Objetivos para otro año incierto

Invertir la tendencia negativa de la exportación y la transformación digital son dos de los retos para este año de los sectores productivos alicantinos, preocupados por los efectos del Brexit y el proteccionismo en EE UU

Objetivos para otro año incierto

La globalización ha pasado de ser un concepto más manejado en los ambientes tecnológicos a tomar plena posesión y cargarse de contenido y proyección en las planificaciones empresariales. Sus efectos en la economía española y alicantina fueron ya evidentes en 2016. Las exportaciones cayeron un 5,7% hasta octubre por la inestabilidad en Europa y la retracción de la demanda mundial. Pero los representantes sectoriales provinciales aún consideran que los efectos de una economía globalizada pueden ser mayores en este año que acaba de comenzar, en el que señalan como retos invertir la tendencia negativa de la exportación y apostar por la transformación digital.

La incertidumbre sobre el impacto de la desconexión de Reino Unido de la UE (Brexit), cuyo proceso se iniciará en marzo, o de las medidas que tome el presidente electo de EE UU, Donald Trump, sobre la amenaza que podría suponer una política purista del proteccionismo están en las agendas de los sectores alicantinos, al igual que el tipo de cambio entre el dólar y el euro, que puede impulsar o frenar el comercio exterior, o entre la libra esterlina y el euro, que aumentaría o reduciría no sólo el flujo de mercancías, sino también el de visitantes británicos o de compra de viviendas por parte de ingleses en la provincia. «Además, hay que tener en cuenta que este año hay elecciones en Francia, Holanda y Alemania y que no sabemos cómo quedará la situación de la banca italiana o la estabilidad de su gobierno», advertía el presidente de la patronal alicantina Coepa, Francisco Gómez, al igual que el de la pequeña y mediana empresa (Cepyme), Cristóbal Navarro.

Menos mal que este escenario de incertidumbre internacional se contempla desde un contexto nacional marcado por una mejoría de la economía, que permite vislumbrar «que se mantengan las perspectivas de desarrollo, aunque más pausado», insistía Gómez. «Creemos que en 2017 continuará la tendencia de crecimiento, aunque más moderado que en 2016», pronosticaba desde la patronal provincial del metal (Fempa), su secretario Luis Rodríguez. Los empresarios, además, confían en que la situación política se vaya estabilizando y se aleje la incertdumbre que marcó el pasado año.

Más empleo

Y no sólo para los sindicatos, sino también para los sectores, uno de los retos pendientes para el impulso de la actividad en Alicante es «la mejoría del empleo». «Políticas más activas de empleo por parte del Gobierno que generen más estabilidad», subrayaban Cristóbal Navarro y Luis Rodríguez. «Pero que sea trabajo de calidad», apostillaban Consuelo Navarro, secretaria general de CC OO en l'Alacantí-Les Marines, y Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina.

Una demanda de puestos de trabajo estables que, igualmente, asume el sector del comercio provincial. «Porque una mayor creación de empleo estable significa que hay más poder adquisitivo y se impulsa el consumo», aseguraba Francisco Rovira, secretario general de Facpyme en Alicante. Las expectativas para el comercio son «de mejora en relación a 2016 porque 2014 y 2015 ha estado muy parado», añadía Rovira, quien apuntaba, igualmente, como factores externos que han permitido repuntar las ventas la reactivación del sector inmobiliario provincial, el aumento de las ventas de coches o de la llegada de más turistas.

No obstante, si en 2016 ha habido una circunstancia que ha venido a ensombrecer el ligero avance de la actividad económica ha sido el descenso de las exportaciones en una provincia netamente volcada al exterior. Y, especialmente, el desplome del calzado -primera industria exportadora- marcó desde marzo signos negativos en los balances mensuales de 2016. Por eso, la presidenta de la Asociación de Empresas de Calzado de la Comunidad Valenciana (Avecal), Marián Cano, considera ineludible «cambiar la tendencia negativa de la exportación». La diversificación de mercados y ganar competitividad es la receta que «ya están haciendo nuestras empresas para invertir esa tendencia», incidía Marián Cano.

El calzado, al igual que otras actividades exportadoras alicantinas, han visto cómo el pasado año caían sus ventas a Europa por la inestabilidad política, pero también por la contracción del consumo que han supuesto los atentandos de corte yihadistas en países como Francia, donde la exportación ha caído un 12,3%; Alemania, donde ha bajado, un 9% o Bélgica, donde descendió un 35,2%, según datos de Comercio Exterior. Y el efecto del referéndum por el Brexit, igualmente, ha disminuido las compras de productos alicantinos por parte de los ingleses un 8,7%. También para en la agenda del calzado es necesario avanzar «en la transformación digital de las empresas (comercio electrónico), así como en aspectos como la jornada continua para ganar competitividad», añadía Cano.

La devaluación de la libra esterlina tras el resultado a favor del Brexit ya ha supuesto un encarecimiento de las ventas provinciales a Reino Unido. Pero también, ha retraído las compras de viviendas por parte de los ingleses en la provincia. La venta de casas a británicos se desplomó un 17% el pasado año. Por eso, la economía provincial también está pendiente «del proceso del Brexit», advertía Francisco Gómez.

Barreras arancelarias

Y, además de la desconexión de Reino Unido de la UE, al otro lado del Atlántico, a los empresarios alicantinos les preocupa las posible medidas proteccionistas que adopte el futuro presidente de EE UU. En los últimos días, ya se ha visto cómo empresas automovilísticas norteamericanas han cambiado sus planes de inversión exterior por las advertencias de Trump. Un mayor proteccionismo por parte de EE UU supondría un reforzamiento de las barreras arancelarias, lo que encarecería las exportaciones alicantinas al que es su cuarto cliente exterior. Un país donde el calzado provincial vende al precio más alto entre todos sus mercados. A 45,53 euros el par; y que es el primer país-cliente para el juguete, después de los de la Unión Europea.

«En un contexto de globalización, poner barreras es una forma de morir lentamente», añadía el presidente de la Asociación Española de fabricantes de Juguetes (AEFJ), el ibense José Antonio Pastor.

No obstante, en la relación comercial con Estados Unidos y los países del área dólar, uno de los factores determinantes es el tipo de cambio. Si el billete americano está fuerte ante el euro, impulsa las exportaciones. Al contrario, una moneda única fortalecida frente al dólar, frena el comercio exterior. Los empresarios del mármol provinciales también han sufrido el impacto de las evoluciones de la moneda, al igual que la contracción de mercados como el de China, los países árabes y la bajada de EE UU y Reino Unido. «La falta de demanda» es el lamento de los industriales provinciales de la piedra natural, según reiteraba Amador Poveda, vicepresidente de la patronal Mármol Alicante. En el sector «hay preocupación porque no se ve mejoría» y temen que de mantenerse la tendencia «pueda afectar al empleo». Y como presidente de la industria extractiva de la Comunidad, Poveda critica las trabas autonómicas por parte de Medio Ambiente a la ampliación o apertura de nuevas canteras, «porque estrangula al sector», advierte.

Críticas a los impuestos

Tampoco pierden de vista los sectores alicantinos la evolución del precio del crudo, cuya subida encarece los fletes y la importación de materias primas. Por eso en el ámbito doméstico, Luis Rodríguez (Fempa) advertía «¡Ojo a la inflación!» El secretario general de Fempa admitía que el mantenimiento de los tipos de interés en la eurozona, «son buenos para la inversión y el movimiento económico», pero incidía que en el mercado interno, la reforma del Impuesto de Sociedades introduce «incógnitas sobre su repercusión, ya que puede tener un efecto ralentizador». Rodríguez también considera necesario un pacto por la industria, «que es la que crea empleo estable».

Tanto Fempa, como Coepa y Cepyme advierten, igualmente, sobre la incidencia del Impuesto de Sucesiones y Donaciones de la Generalitat. «No se ha tenido en cuenta a la empresa familiar y su repercusión en el empleo», critica Francisco Gómez, que preside también la Asociación de la Empresa familiar de Alicante (Aefa).

Además, de la creación de empleo de calidad, los sindicatos exigen diálogo social, políticas que rebajen las altas cifras de desempleo -la provincia registra más de 170.000 desocupados- y medidas para los parados de larga duración, así como la implantación de la renta mínima que corrija los niveles de pobreza a los que ha abocado la crisis a muchas familias de la provincia.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats