Definitivamente, las relaciones entre el presidente de la patronal autonómica Cierval, José Vicente González, y el de Coepa, Francisco Gómez, no atraviesan su mejor momento. Si el pasado viernes era este último quien pedía la dimisión de González al considerarlo un obstáculo para alcanzar una solución a los problemas económicos de la organización -que ha solicitado el preconcurso de acreedores-, ayer fue el dirigente autonómico el que se despachó a gusto contra los empresarios alicantinos, tras la asamblea que celebró ayer en Valencia para aprobar sus cuentas.

Entre otras cosas, González acusó a Coepa de haber incumplido el acuerdo al que la propia Cierval y las tres patronales provinciales llegaron en noviembre para propiciar la reforma de sus estatutos, con el objetivo de mejorar sus ingresos y evitar su quiebra -un pacto al que se llegó el mismo día que se acordó la quita del 95% para la deuda de la alicantina-, y señaló que «cada uno tendrá que responder de lo que ha hecho».

Ya durante su discurso en la asamblea, el dirigente autonómico lanzó varios mensaje nada sutiles hacia la patronal alicantina y, en menor medida, contra la de Castellón, a la que también considera corresponsable de los males de la organización que preside. Así, aseguró que para lograr «un plan que posibilite la viabilidad de las cuatro organizaciones», lo primero «es poner los pies en el suelo. Se pueden hacer muchas declaraciones grandilocuentes sobre la independencia de las organizaciones empresariales, cosa que comparto, pero la realidad es que en estos momentos dos de ellas no están en posición de pagar sus cuotas», aseguró, en clara alusión a los impagos de Coepa y la CEC, que han llevado a Cierval a anotar unas pérdidas de 1,5 millones.

Igualmente, defendió que para salir del preconcurso se necesita «un plan» y que hasta la fecha el único que existe es que él mismo ha puesto sobre la mesa «y que pasa necesariamente por una reforma de los estatutos», que facilite la entrada en la organización de nuevos socios -empresas y asociaciones sectoriales- que proporcionen nuevos ingresos. Al respecto, aseguró que su proyecto de nuevos estatutos deja en manos de la patronales provinciales los asuntos puramente provinciales y que también garantiza una vicepresidencia a cada una de ellas. Sin embargo, frente a la petición de Coepa de que las empresas y asociaciones que quieran entrar en Cierval deban ser también socios de alguna provincial para evitar la competencia entre organizaciones, José Vicente González defendió la «libertad de mercado».

Y para dejar claras sus preferencias, el dirigente autonómico no escatimó en elogios hacia la patronal provincial de Valencia, la CEV, a la que agradeció su aportación de «ideas» y su «generosidad». También destacó que esta organización logró superar sus propios problemas financieros hace años «sola, sin ayuda de Cierval, ni de la CEC ni de Coepa».

Sin embargo, fue al finalizar la asamblea, durante su comparecencia ante los medios, cuando más cargó las tintas contra esta última. Preguntado sobre la posición de Coepa con respecto a la propuesta de estatutos, González señaló que «cada uno tendrá que responder de lo que ha hecho», y añadió que la buena fe «exige cumplir los pactos más allá de la letra pequeña». «Es evidente que no han cumplido», afirmó González, quien no obstante, insistió en hacer un esfuerzo por buscar un acuerdo para desarrollar un plan de viabilidad.

No en vano, en su discurso había asegurado que la Comunidad Valenciana no puede permitirse la pérdida de su patronal autonómica, tras haber desaparecido ya su sistema financiero o su televisión pública.