Las acusaciones de José Vicente González no sentaron nada bien al presidente de Coepa, Francisco Gómez, que ayer por la tarde insistió en reclamar su dimisión al frente de la patronal autonómica para facilitar un acuerdo entre los socios que conforman Cierval. «Lo que tiene que hacer es marcharse porque ha gestionado fatal la organización y está claro que no sabe facilitar el diálogo», señaló ayer Gómez, en declaraciones a este diario. Al respecto, el representante de los empresarios alicantinos -que ayer no asistió a la asamblea de Cierval para evitar «tensiones», según sus palabras- reiteró su denuncia sobre la falta de transparencia de José Vicente González y recalcó que, durante la reunión del pasado día 19, no fue él quien propuso posponer para más adelante la aprobación de los nuevos estatutos «sino el presidente de CEV, Salvador Navarro, que consideraba prioritario solicitar el preconcurso y enderezar las cuentas».

Por eso, entre otras cosas, el presidente de Coepa dijo no entender la «animadversión» de González hacia la organización alicantina ni tampoco su insistencia en responsabilizarla de que no se haya aprobado la reforma. «Está claro que esperaban que fuéramos a liquidación y ahora le molestamos», señaló el promotor y empresario turístico.

Del mismo modo, señaló que, tras el preacuerdo alcanzado en noviembre, «González se presentó a la nueva reunión con un borrador completamente nuevo, que no era el que se había acordado, y pretendía que se aprobara sin discusión». Al respecto, señaló que Coepa sólo puede aceptar que entren empresas y asociaciones sectoriales en Cierval, como pretende González, «si también están asociadas a nosotros, porque tenemos un plan de viabilidad que cumplir y no podemos permitir que se vayan los socios», recalcó.

Gómez, además, está convencido de que Valencia y Castellón también respaldan esta reivindicación y que es el presidente de Cierval el único que se opone, por lo que cree necesario su marcha para favorecer el entendimiento. «Yo no tengo problemas ni con Salvador Navarro ni con el presidente de Castellón. Si él es quien pone pegas, que se marche», insistió.

«Nosotros hemos hecho nuestros deberes para salir del concurso y hemos ajustado nuestra estructura para sobrevivir. Ahora le toca a Cierval», destacó Francisco Gómez, que, pese a todo, se muestra convencido de llegar a un acuerdo para permitir la supervivencia de Cierval.