«Los precios del limón fino están tirados por tierra». Esta es la realidad que describen los productores de limón de la provincia en la actual campaña citrícola.

El secretario general de la Unió de Llauradors, Ramón Mampel, cifró ayer en 45 millones «lo que dejarán de ingresar los citricultores de la provincia por la diferencia de precios, con la consiguiente pérdida de renta entre esta campaña y la anterior», indicó ayer en una visita realizada a Alicante.

Los principales factores que han desencadenado la actual situación del sector citrícola se centran en un aumento de la producción y en la competencia que supone la entrada al mercado del limón procedente de Turquía. «El aforo oficial de la Comunidad estima un aumento de la producción del 21% en relación a la anterior campaña», dijo Mampel. Pero, además, el incremento también se viene registrando en la Región de Murcia, «principal productora estatal de este cultivo, donde se prevé una cosecha de unas 520.000 toneladas».

En la provincia, la comarca de la Vega Baja es donde se concentra el cultivo del limón fino. De acuerdo con el informe de la Unió, realizado a partir de datos propios y de la Conselleria de Agricultura, la producción estimada de limón fino en Alicante es de 204.907 toneladas, un cultivo que en la actual campaña ha sufrido un descenso del 24,5% en el precio. El pasado año el kilo de limón fino se pagaba a 0,76 euros , mientras que este año ha bajado a una media de 0,57. Y la previsión para 2016-2017 es que el precio baje un 0,19%, advirtieron desde la Unió.

Todas estas circunstancias derivan en una pérdida de renta de 45 millones «a estas alturas de la campaña citrícola» en la provincia, siendo el descenso de los ingresos de 38 millones para el caso del limón fino, la cifra más abultada entre los distintos cultivos de cítricos. Más de dos millones es, por ejemplo, la pérdida de renta estimada en el caso de la navelina, en relación al año anterior.

Por otra parte, la Unió también hizo ayer alusión en Alicante a la «desastrosa» campaña de la uva de mesa, otro de los cultivos emblemáticos en la provincia, especialmente en estas fechas navideñas, al ser el producto estrella de las cenas de Nochevieja. A nivel general y en las distintas variedades, este año «ha sido de contrastes», dijeron.

Menos uva de mesa

En un primer momento fue la sequía la que marcó la campaña de la uva de mesa, «lo que provocó un descenso de la producción», resaltaron Enrique Sánchez y Alberto Travé, representantes de la Unió en la provincia Y, posteriormente, han sido distintos episodios de lluvia, incluido el de los últimos días, que han aumentado el problema de los hongos y la humedad «porque no daba tiempo a que se secase a la uva», explicaba Sánchez. Y a estas alturas de la campaña, la Unió estima que por estas causas, «más de la mitad de la cosecha de uva de mesa se ha visto afectada», añadía Travé. Y Enrique Sánchez, subrayaba que, además de una menor cosecha, la sequía y la humedad han encarecido un 20% los costes de producción para salvar los cultivos. «Durante la sequía, para garantizar el riego y después los costes de fumigación, además de los propios del almacén en estas fechas». Pese a todo, Sánchez aseguró que «se garantiza que la calidad de la uva que llega a los supermercados es la máxima, como todos los años».

Igualmente, otra de las principales preocupaciones actuales del sector de la uva de mesa es el encarecimiento que temen de los seguros el próximos año. «Aunque la mayoría de productores aseguran los cultivos, las franquicias son altas y el año que viene tendrían recargos», explicó Sánchez.

Piden ayudas extraordinarias

De ahí que la Unió de Llauradors reclame a las administraciones un sistema de ayudas extraordinarias en casos de campañas «desastrosas» como las de la uva de mesa. «Que se aumente la subvención para el seguro», dijo Mampel, quien añadió que la organización agraria presentará próximamente una carta al Consell y al Ministerio de Agricultura donde expresarán sus reivindicaciones, entre las que se encuentra una rebaja de los módulos fiscales.