n Alberto Lorente, geógrafo de 28 años, trabajó dos años en Siracusa (Italia) y volvió a España en 2014. Se fue a la histórica ciudad italiana en 2012, meses después de acabar un máster. Pero al principio no fue todo fácil. «Fui con mis propios recursos, que invertí en formación, y los complementé trabajando en distintas cosas». Luego, la concesión de una beca Leonardo da Vinci le permitió trabajar en el grupo de desarrollo local Eloro.
Decidió emigrar porque «aquí la Geografía no tiene muchas salidas laborales. Creí que yendo a otro lugar y ver cómo se hacía lo que quería hacer, sería más fácil aplicarlo aquí». Dicho y hecho. «Allí aprendí lo que quería desarrollar y ahora trabajo aquí sobre proyectos europeos en una consultora (Crea 360) en la que todos somos coetáneos». La firma busca oportunidades de financiación europea de programas para ayuntamientos, colegios o instituciones sin ánimo de lucro. Alberto es el presidente de los geógrafos de la Comunidad Valenciana.
