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Más de 22.000 parados de la provincia no han trabajado nunca

La cifra ha aumentado en 1.500 en relación a hace un año pese a los "brotes verdes" a nivel macroeconómico

Más de 22.000 parados de la provincia no han trabajado nunca C. de middel

Parados y sin haberse incorporado aún al mercado laboral. En esta situación se encuentran en la provincia 16.400 jóvenes de entre 16 y 24 años y 4.300 que tienen entre 25 y 44. Pero también hay 1.400 alicantinos que superan los 45 años y que no pueden incluir en su currículum experiencia laboral alguna porque no han trabajado antes. Suman 22.100 y han aumentado en 1.500 en relación a hace un año, según los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al tercer trimestre de 2016. «Y eso, pese a que hay algo más de trabajo y a que algunos indicadores muestran síntomas de recuperación», denuncian los sindicatos UGT y CC OO.

Vierto es que estos demandantes de empleo que aún no se han integrado al mundo del trabajo suponen sólo el 12,9% en relación a los 170,8 parados del tercer trimestre. El 87% restante sí han estado ocupados con anterioridad. Pero las cifras ponen de manifiesto que «el ya de por sí deteriorado mercado laboral provincial se ha convertido con la crisis en una especie de embudo para muchos de los que demandan su primer empleo», advierten los sindicatos.

El más perjudicado es el colectivo juvenil, que supone el 74,2% de los desocupados alicantinos que aún no se han incorporado al mundo del trabajo. En el conjunto de parados, los jóvenes son los que más sufren la falta de empleo. Un 40,8% está sin trabajo, frente al 18,6% de la media de la población activa provincial.Menos jóvenes asalariados

Y aunque en relación al mismo trimestre de 2015 hay doscientos jóvenes desempleados menos sin experiencia laboral, «ese descenso no ha ido acompañado de generación de empleo para el colectivo de entre 16 y 24 años, ya que entre los ocupados asalariados hay 3.400 menos. Han bajado de los 38.900 del tercer trimestre del pasado año a los 35.500 actuales», subrayaba Yaissel Sánchez, secretaria territorial de UGT en l'Alacantí-La Marina.

La estadística, por contra, refleja cómo entre los ocupados no asalariados (empleadores, empresarios sin trabajadores y empleados independientes o miembros de cooperativas) se ha experimentado un avance. En un año, han pasado de los 3.500 a los 6.200. Un incremento que vendría a indicar que, ante el yermo panorama de ofertas de empleo, los jóvenes se han lanzado a probar suerte haciéndose autónomos o implantándose como trabajadores independientes.

Desde 2007, y teniendo como referencia el tercer trimestre, la cifra más elevada de alicantinos hasta 24 años que estaban ocupados pero no eran asalariados se registró en 2009 cuando alcanzó los 8.200. Este fue el ejercicio con uno de los mayores índices de desempleo en la primera fase de la crisis. En la comparativa de las últimas nueve anualidades, esta cifra ha ido fluctuado dependiendo del impacto y picos de la recesión, oscilando entre los 1.700 de 2013 hasta los 5.600 de 2007, año en que se inició la época recesiva.

Pero además de los jóvenes, entre los que pese a estar en edad laboral no han estado aún empleados se encontraría, igualmente, un colectivo heterogéneo de personas que «antes no trabajaban, pero que ahora necesitan más ingresos que aportar a la economía familiar, aún deteriorada por la crisis», explicaba José María Ruiz Olmos, responsable de comunicación de CC OO en l'Alacantí-La Marina.De 45 y sin experiencia laboral

Dentro de este colectivo, los sindicatos identifican también a los desempleados de más de 45 años. En muchos casos, mujeres que habitualmente se dedicaban a las tareas del hogar y ahora se ven obligadas a buscar empleo para aportar a los presupuestos familiares. En total, son 1.400 en la provincia. Pero hace apenas dos años las estadísticas sólo reflejaban 400 parados en esta situación, mientras que en 2007 aparecía en blanco la casilla de los desempleados mayores de 45 que no han trabajado antes. Para el representante sindical, el aumento de los parados sin experiencia laboral registrado en el último año es «un indicador del empobrecimiento de las familias que necesitan tener más recursos para salir adelante, por lo que uno o varios miembros se ven obligados a demandar incorporarse por primera vez al mercado laboral». Esta situación sería, igualmente, una consecuencia de «los bajos salarios que se pagan y de la mayor precariedad en el empleo. A pesar de que en los hogares haya ocupados, la familia no tiene los ingresos suficientes para salir adelante», reitera Ruiz Olmos.

Tanto UGT como CC OO advierten de que este crecimiento entre los parados jóvenes o de los que, pese a estar en la plenitud de su vida laboral, no han trabajado antes, «es un fracaso de las políticas activas de empleo del Gobierno». Porque tampoco les ha ido mejor a los desocupados alicantinos de entre 25 y 44 años. Los 4.400 actuales suponen 400 más que hace un año, pero también 1.700 más que hace nueve años.

«El Programa de Garantía Juvenil ha sido un fracaso. El propio Gobierno se dio cuenta y tuvo que elevar la edad tope de los 24 años a los 29. Y aun así, no se ha logrado el impulso que se necesita para que los jóvenes puedan entrar en el mercado laboral», critica Yaissel Sánchez. Su sindicato reclama «un seguimiento de este plan, hacer un informe con los resultados porque no todo consiste en subvencionar contrataciones», añade.Menos inactivos

Dado que la EPA del tercer trimestre refleja la evolución del mercado laboral en el verano, las cifras de inactivos también ha bajado en relación a hace un año. De 304.700 ha descendido a 280.000. «Porque han pasado a ser activos por encontrar un trabajo o porque, si están parados están en una búsqueda activa de empleo, según contestan a la Encuesta», añade Ruiz Olmos.

La EPA de junio a septiembre también refleja que la provincia tiene una población activa de 1.191.300 personas, de los que 911.300 son activos (740.500 ocupados y 170.800 parados), y 280.000 inactivos.

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