Muchas entidades financieras, con singular énfasis las valencianas desaparecidas durante la crisis, cavaron su fosa por concentrar en exceso su negocio en el sector inmobiliario, al que no solo financiaron sino del que también fueron agentes. Sus herederos -Bankia, por Bancaja, y Banco Sabadell, por la CAM- se encontraron tras las diferentes operaciones por las que se quedaron con el respectivo negocio de cada de ellas con una enorme cantidad de inmuebles adjudicados por impagos, daciones en pago o incapacidad de ser vendidos. Desde entonces, la gestión de esos pisos, chalets, solares, locales comerciales o garajes ha sido una de las prioridades de Bankia y el Sabadell. Hay que soltar lastre.

Cada entidad ha encontrado su propio camino. El banco presidido por José Ignacio Goirigolzarri se desprendió de buena parte de sus activos al traspasarlos al denominado banco malo, la Sareb. La entidad catalana, por su parte, dispone de una inmobiliaria, Solvia, a través de la cual está limpiando su cartera vieja y operando de nuevo en este mercado. Pese a las operaciones que han ejecutado uno y otro, los dos atesoran aún una buena cantidad de inmuebles, algunos de ellos puestos en el mercado a precios considerables -para estos lares-, que también son hijos de la crisis.

Activos

Bankia, debido a la citada operación con Sareb, asegura no tener en cartera un número excesivo de inmuebles de alta gama, que «no son los que se venden más fácilmente», según fuentes de la entidad, que precisan que todas las viviendas de más de 100.000 euros que tiene a la venta proceden de embargos realizados a partir de 2013. El banco asegura que, por encima de los 350.000 euros, solo tiene en la Comunidad Valenciana tres chalets en Alicante, ningún inmueble en Castellón y seis viviendas en la provincia de Valencia. La entidad financiera, a través del portal inmobiliario de Haya Real Estate, tiene a la venta casi 3.000 activos en la autonomía. 701 de ellos corresponden a Alicante, donde seis están por encima de los 500.000 euros y son locales, solares y terrenos. En Castellón tiene 613 y en Valencia, 1.566.

La entidad heredera de Bancaja es muy activa en la venta de inmuebles con descuentos, en algunos casos de hasta el 40 % sobre el valor inicial. La última oferta realizada, y que concluye el 31 de diciembre, está integrada por 5.300 viviendas y 900 plazas de garaje, de los que 1.800 y 140, respectivamente, corresponden a la autonomía.

El negocio de Solvia

En el caso de Solvia, también, obviamente, los activos más caros son los menos numerosos en su cartera. Las ofertas incluyen, por ejemplo, un cortijo en Castalla por 850.000 euros, un chalet en Torrent por 550.000 o el alquiler de unos locales en la calle Pascual y Genís de Valencia por 75.000 euros al mes. La filial inmobiliaria del Sabadell ha vendido desde 2011 un total de 71.000 inmuebles en toda España. La entidad está expandiendo su estructura para incrementar su presencia en el territorio. En la nueva etapa, la empresa ha puesto el foco estratégico en ofrecer sus servicios ya no solo, como hasta ahora, a quien quiere comprar su vivienda, sino también a aquellos particulares que quieren venderla o ponerla en alquiler.

Así las cosas, Solvia abrió a finales de 2015 su primera tienda a pie de calle en Alicante, la ciudad donde se encuentra su sede social.

Desde entonces ha ido inaugurando paulatinamente ocho agencias inmobiliarias, tanto propias como de franquiciados, que se encuentran, además de en Alicante, en Sevilla, Torrevieja, Marbella (Málaga), Murcia, San Pedro del Pinatar (Murcia), El Campello y en la también malagueña Fuengirola. Paralelamente, la filial del Banco Sabadell también se ha mostrado muy activa en la gestión del suelo. Durante el año pasado, quintuplicó sus ventas de terrenos en la Comunidad Valenciana, al pasar de 53 solares en 2014 a 250 operaciones contabilizadas a lo largo de 2015.