Después de cinco años de caídas ininterrumpidas, el sueldo medio de los trabajadores de la provincia volvió a repuntar en 2015, al pasar de 15.208 a 15.425 euros, gracias a la mejora que experimentó la situación económica. Eso sí, se trata de un incremento todavía muy modesto, de apenas un 1,42%, quem además no benefició a todos los profesionales por igual y que, sobre todo, no impidió que continuara aumentando la cifra de trabajadores pobres, aquellos que no logran ingresar a lo largo del año ni el equivalente al salario mínimo interprofesional, establecido en 9.080 euros brutos anuales.
Así se desprende, al menos, de la estadística sobre el Mercado de Trabajo y Pensiones en las Fuentes Tributarias que cada año elabora la Agencia Tributaria basándose en las retenciones que las empresas aplican a sus trabajadores y que permiten conocer cual es la retribución real que éstos perciben.
De esta forma, en total ya son 254.738 los asalariados alicantinos que deben conformarse con unos ingresos anuales extremadamente bajos, lo que supone 2.700 más que en el ejercicio anterior y 30.000 más que antes de la crisis, según las mismas fuentes. Una situación que, en la mayoría de las ocasiones, se produce debido a que los afectados sólo son capaces de encontrar empleos a tiempo parcial o sólo trabajan unos pocos meses al año, generalmente durante la temporada estival.
El 40%, por debajo del SMI
Todo lo anterior significa que prácticamente cuatro de cada diez empleados de la provincia gana menos de los citados 9.080 euros brutos al año, una cantidad que a duras penas da para vivir, según denuncian los sindicatos, para los que estos datos suponen todo un reflejo del aumento de la desigualdad que se ha producido en este tiempo.
En cualquier caso, las cifras globales que muestra la estadística no dejan de ser positivas, especialmente en comparación con los años anteriores. Por un lado, porque en 2015 aumentó considerablemente el número de alicantinos que logró trabajar, aunque fuera brevemente, durante algún periodo del año. En concreto, hasta 645.688 residentes de la provincia declararon algún ingreso salarial, lo que supone 19.365 más que en el ejercicio anterior. Y, por otro lado, porque por primera vez desde 2010 el sueldo medio declarado se incrementó al pasar de 15.208 euros a 15.425, es decir, 217 euros más.
El problema es el reparto de ese incremento, que no benefició a todos por igual, como denuncia el secretario de Empleo de CC OO en l'Alacantí y las Marinas, José María Ruiz Olmos. Así, para el colectivo de asalariados que cobra como máximo 18.000 euros al año -lo que engloba al 80% de los trabajadores de la provincia- el aumento medio fue de tan sólo 53 euros anuales mientras que, por ejemplo, aquellos que ingresan entre 45.000 y 90.000 euros ganaron 724 euros más, según la comparativa realizada por el sindicato. En otras palabras, que la brecha entre los que más y los que menos cobran «cada vez es mayor», insiste Ruiz Olmos.
Así, por ejemplo, también resulta muy llamativo que haya aumentado considerablemente el número de trabajadores con sueldos muy elevados, generalmente altos ejecutivos. En concreto, si en 2014 hubo 1.964 alicantinos que declararon un salario superior a los 90.000 euros, el año pasado los afortunados que consiguieron una paga de esta categoría fueron 2.171. Es decir, 207 más. Todo un contraste.
Negociación colectiva
Sea como sea, el portavoz de CC OO atribuye esta tímida recuperación de los salarios al efecto de haber retomado la negociación colectiva, que durante los años anteriores permaneció bloqueada por falta de entendimiento entre sindicatos y patronales, por lo que abogó por continuar por esta senda. En la misma línea, la secretaria comarcal de UGT en l'Alacantí y la Marina, Yaissel Sánchez, recordó que los salarios son la mejor forma de redistribuir «la riqueza y el crecimiento económico que se está generando» y exigió al Gobierno un aumento del salario mínimo. De igual forma, también recordó que las cotizaciones de la Seguridad Social, con las que se pagan las pensiones, dependen del nivel salarial «por tanto, la mejor forma de garantizarlas es que haya sueldos altos y estables».
A pesar de este ligero repunte, el sueldo medio declarado por los alicantinos aún sigue 1.580 euros por debajo de la media autonómica, situada en 17.005 euros anuales; y 3.220 euros menos que la media nacional, de 18.645 euros. En la provincia, las mujeres aún cobran de media 3.148 euros menos que los hombres.
