Un juzgado de lo Penal de Alicante sentó ayer en el banquillo a los responsables de una obra en San Vicente del Raspeig donde un peón sufrió lesiones graves en enero de 2006 al caer desde tres metros de altura. El operario se encontraba trabajando en el forjado de la estructura de una vivienda unifamiliar cuando, según el escrito de acusación, cuando se vino abajo uno de los tableros de la zona donde se encontraba. Según el fiscal, el tablero no estaba apuntalado y la escalera estaba entre los dos tableros, también sin apuntalar. El operario tampoco llevaba cinturón ni material de seguridad alguno. El hombre sufrió graves lesiones en las manos al intentar frenar su caída con las manos y tiene declarada una incapacidad permanente total para realizar cualquier tipo de actividad que precise el desarrollo de una mínima fuerza o destreza manual. La fiscal acusa al responsable de la contratista, la promotora, a los arquitectos que elaboraron el proyecto de ejecución, así como a los responsables de los planes de seguridad de un delito contra los derechos de los trabajadores, por lo que reclama 14 meses de prisión para cada uno, así como una indemnización de más de 80.000 euros. El juicio no pudo quedar visto para sentencia, por la falta de un testigo y se retomará en diciembre.

El abogado de los arquitectos, el letrado Alejandro Bas, planteó que los hechos estaban prescritos para ellos porque no fueron llamados a declarar hasta tres años después por el juzgado desde que ocurrió el accidente. Las defensas incidieron también en contradicciones en la versión del trabajador, que en un primer momento dijo que se había resbalado.