Mientras trabajaba como comercial captando clientes para una pequeña empresa, el alcoyano Javier Expósito sufrió en sus propias carnes las dificultades que tienen las pymes a la hora de exportar y el gran riesgo que asumen para vender sus productos en el exterior. Sobre todo porque, al contrario que las grandes empresas, carecen de los recursos necesarios para realizar una prospección de mercado en condiciones y decidir en qué países pueden tener más éxito o qué deben cambiar para adaptarse a los consumidores de determinada región, lo que muchas veces convierte esta experiencia en una auténtica aventura a ciegas.
Fue así como Expósito decidió crear Exportory, una herramienta que permite a estos pequeños negocios analizar los riesgos de introducir sus productos en los distintos países sin necesidad de contratar los costosos servicios de una consultora. Basta con enviar una serie de datos a través de la web de la compañía y el algoritmo que ha diseñado este emprendedor y su equipo genera un completo informe al respecto, en el que incluso se calculan las probabilidades de éxito que tendrá el exportador.
Ellos mismos se definen como una herramienta «low cost» y son un ejemplo de lo que puede ofrecer el «big data», esa disciplina relativamente reciente que se encarga de procesar grandes cantidades de datos y de información para extraer conclusiones sobre el comportamiento de los consumidores y adelantarse a sus gustos y preferencias. No en vano, a través de la huella digital de las terminales de pago se puede saber cuántos jerseys, de qué color o de que material se venden en determinada población. O simplemente accediendo a bases de datos públicas se puede conocer cuantos habitantes de determinada edad hay en una zona, su nivel de renta, o cualquier otro parámetro reseñable para vender un producto.
Llevan ya más de un año en el mercado y han conseguido hacerse con una cartera significativa de clientes entre las pymes industriales de las comarcas del norte de la provincia. Ahora su ambición es dar el salto para atender posibles clientes en todo el territorio nacional, para lo que necesitan automatizar por completo el proceso de creación de los informes, que en estos momentos aún necesitan una pequeña parte de intervención humana.
Eso fue lo que les llevó a presentarse a la convocatoria que organizó Bankia cuando decidió poner en marcha su incubadora y aceleradora de compañías «fintech», que es como se conoce en el argot a las firmas especializadas en servicios financieros y de consultoría a través de internet. Una iniciativa que echó a andar definitivamente el pasado 3 de noviembre en la Marina de Valencia y con la que la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri pretende adelantarse a los cambios tecnológicos que se avecinan.
A través de Bankia Fintech, los responsables de Exportory van a recibir formación y orientación sobre los pasos que deben dar para desarrollar su negocio y conseguir que sea una empresa rentable. Además, también les ayudarán a buscar los recursos financieros y de capital necesarios. De momento, según Javier Expósito, la experiencia está resultando más que satisfactoria. «Hay un equipo de "mentoring" muy potente», destaca el emprendedor.
Pero, además, Expósito también valora el intercambio de ideas y experiencias que proporciona el compartir espacio de trabajo con otros emprendedores similares, «que muchas veces han pasado por tus mismos problemas y te indican cómo resolverlos, o te aportan una visión distinta de cómo abordarlos».
En cuanto al perfil de sus clientes, el alcoyano señala que una parte significativa son pymes que quieren exportar y que eligen determinado destino «sólo porque la competencia que tienen al lado ha ido allí, sin saber si realmente tienen opciones de vender o no». También son muchas las que les consultan porque les ha surgido la oportunidad de acudir a alguna feria pero no quieren embarcarse en el gasto que este tipo de eventos supone sin saber si realmente van a hacer negocio.
Para darles una respuesta se analizan hasta 300 variables distintas, capaces de determinar hasta el color más adecuado en cada país.
Más allá del proyecto que lidera, este emprendedor alcoyano destaca las inmensas posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. «Aún hay muchas ideas por desarrollar para dar uso a toda la tecnología que ya tenemos», asegura, optimista ante el futuro.
