Si en lugar de la sección de Economía, la información referente a la patronal de Alicante encabezara la de Sucesos, estaríamos hablando de que Coepa ha sido felizmente rescatada, sí, pero con heridas de tal gravedad que es difícil predecir si la accidentada saldrá sin secuelas del percance o, por el contrario, sufrirá por tiempo indeterminado los efectos del proceso de eutanasia en que lleva sumida hace años. La confederación se salva de la liquidación porque sus acreedores se han conformado con cobrar únicamente el 5% de lo que les debe. Lógico. Era eso o nada. Pero salvado ese escollo (importantísimo, decisivo para su continuidad), a los empresarios les queda por delante la reconstrucción de la casa desde las ruinas o, si prefieren continuar con el símil con que se iniciaba este artículo, agenciarse un botiquín bien provisto, asumir que la rehabilitación será larga y afrontar cuentas pendientes que pueden convertir en un simple recuerdo la decisión adoptada ayer por la junta de acreedores. La asunción del convenio no paraliza la denuncia del Servef contra Coepa por fraude en subvenciones, falsedad documental, estafa, apropiación indebida e insolvencia punible. Casi nada. Ni la devolución de 3,2 millones de euros que el Instituto Valenciano de Finanzas exige a la organización por la financiación del centro de oficios; ni el millón de euros que Coepa adeuda todavía al Fogasa y a sus extrabajadores. Nada de eso aparece en el convenio, luego la patronal aún no ha abandonado la UCI.
Y casi tan importante como la cuestión crematística es la posición en que ha quedado la entidad durante su larga agonía. Si algo ha quedado claro es que ni la Generalitat, ni la CEOE, ni los principales ayuntamientos de la provincia, ni (ojo aquí) los propios empresarios, o al menos los de mayor fuste y liderazgo de opinión, han exhibido un interés desmedido por mantener con vida una organización consagrada por la Constitución. Sólo su presidente interino, Francisco Gómez, parece habérselo tomado en serio, y así deberían reconocérselo. Habrá que estar atentos a quién se encarga a partir de ahora de cuidar al paciente.
