Los empresarios alicantinos seguirán contando con una patronal provincial propia e independiente de la autonómica pero con mucho menos poder y representatividad que hasta ahora. Como estaba previsto, la junta directiva de Cierval aprobó ayer casi por unanimidad su voto favorable el convenio de acreedores propuesto por Coepa -lo que le permitirá salir del concurso y esquivar la liquidación- pero sólo después de que la delegación alicantina se hubiera comprometido, a su vez, a apoyar la reforma de los estatutos de la patronal autonómica.

Una reforma que reduce enormemente el peso de las organizaciones provinciales dentro de Cierval para dar cabida a las asociaciones sectoriales y las empresas particulares, que hasta ahora no podían formar parte de la misma. El objetivo de este cambio es mejorar los ingresos de la patronal autonómica con las cuotas que paguen estos nuevos asociados y garantizar así su viabilidad, que se encontraba seriamente amenazada por los impagos de Coepa y de la castellonense CEC. Además, Cierval también debe afrontar el pago de alrededor de 700.000 euros como responsable subsidiario por el supuesto fraude cometido con los fondos de formación por esta última patronal.

De esta forma, tras varios meses de desencuentros y negociaciones frustradas, José Vicente González logra sacar adelante el grueso de sus propuestas, que inicialmente despertaron el rechazo a norte y sur de la Comunidad, aunque, según las fuentes consultadas, aún hay detalles por concretar. Por ejemplo, si empresas y sectoriales deberán someterse a una doble afiliación, es decir, si deberán pagar cuota a Cierval y también a la correspondiente patronal provincial, o si sólo abonarán el recibo de la primera.

Del 33% al 10%

En cualquier caso, la representación de las organizaciones territoriales en la asamblea de la patronal autonómica quedará reducida a la mínima expresión. Si hasta ahora las tres patronales provinciales eran los únicos socios de Cierval y se repartían el 100% de los delegados en la asamblea -el 33% para Alicante, el 26% para Castellón y el 41% para Valencia-, con los nuevos estatutos estas organizaciones pasarán a tener únicamente un 10% de delegados cada una, de forma que el 40% quedará en manos de las asociaciones sectoriales y otro 30% pasará a estar ocupado por empresas particulares. Esto significa que Coepa habrá cedido dos tercios de sus representantes a cambio de su salvación. Eso sí, al menos no deberá pagar ni un euro por ellos ya que también se ha pactado que las entidades fundadoras estarán exentas de cuota por este 10%.

No obstante, se deja abierta la posibilidad de que alguna de ellas incremente su porcentaje de representación -hasta un máximo del 30%- siempre que esté dispuesta a abonar su precio, algo que la patronal alicantina no se puede permitir. De esta forma, habrá que confiar en la futura presencia en Cierval de organizaciones sectoriales como la del calzado o la patronal hotelera de Benidorm para elevar la cuota de la provincia en esta organización.

Una decisión clave

En cualquier caso, tampoco se puede afirmar que Coepa haya logrado un mal acuerdo ya que la patronal hubiera acabado irremediablemente en liquidación sin el apoyo de la junta de Cierval a su convenio de acreedores, que incluye una quita del 95%. No en vano, la patronal autonómica es la tenedora del 75% de la deuda ordinaria de Coepa -569.000 sobre 780.000 euros-, lo que significa que sin sus votos el convenio nunca hubiera salido adelante.

Pero la trascendencia de esta decisión va mucho más allá, ya que tras la aprobación, esta quita se aplicará a las deudas que puedan aflorar. Por ejemplo, además del convenio, que sólo afecta a la deuda ordinaria, el plan de viabilidad prevé pagar los 3,2 millones de la hipoteca del centro de oficios, que se deben al Instituto Valenciano de Finanzas, con la realización del activo, es decir, con la venta del edificio. Si no hay comprador o la cantidad es muy baja, el IVF podrá ejecutar el préstamo y adjudicarse el inmueble por la mitad de su valor, de forma que Coepa le seguiría debiendo más de un millón de euros al banco público. Con el convenio, sin embargo, sólo deberá pagar un 5% de esa cifra. Lo mismo ocurriría si el Servef convierte en firme el expediente de reintegro de subvenciones por importe de dos millones de euros que le reclama por las ayudas que le dio para la construcción del centro de oficios.

A la única deuda que no afectará esta quita es al millón de euros que se debe a los extrabajadores y al Fogasa, para los que se plantea un plan de pagos a ocho años. Con el apoyo de Cierval, Coepa salva su segundo «match ball» en pocos días, después de que el juez tumbara el recurso que había presentado el IVF contra este plan, aunque el Consell podría volver a recurrir.

Acuerdo a cuatro bandas

El acuerdo de la junta directiva de Cierval fue posible después del cónclave que celebraron el martes los presidentes de las tres patronales provinciales de la Comunidad -el alicantino Francisco Gómez, el valenciano Salvador Navarro, y el castellonense Néstor Pascual- y de la patronal autonómica, José Vicente González, para desbloquear la situación tras meses de desencuentros. Ayer, los cuatro comparecieron ante la prensa juntos -y casi eufóricos- para mostrar la recuperada unidad del empresariado valenciano.