El número de empresas que se acogió a la figura del concurso de acreedores ante la imposibilidad de pagar sus deudas aumentó durante el pasado trimestre en la provincia, de acuerdo con los datos del Instituto Nacional de Estadística. En concreto, entre los meses de julio y septiembre se declararon en quiebra 45 mercantiles alicantinas frente a las 42 del mismo periodo del ejercicio anterior, lo que apunta a que muchas compañías aún sufren problemas económicos.

Lo más llamativo del caso es que este aumento se produce mientras en el resto del país y de la Comunidad Valenciana las insolvencias empresariales están cayendo con fuerza. En concreto, un 17,4% a nivel nacional, y más de un 30% en el conjunto de la autonomía, según las mismas fuentes.

Del total de concursos solicitados en la provincia, sólo tres fueron obligatorios -instados por los acreedores- mientras que en el resto de casos fueron las propias mercantiles las que solicitaron esta medida para protegerse de posibles responsabilidades. Se trata en su mayoría de empresas de pequeño tamaño, ya que sólo una decena contaba con más de diez trabajadores, y apenas 13 superaban el millón de euros de facturación anual.

Por sectores es el comercio al por mayor el que mayor número de insolvencias acumuló en la provincia en el tercer trimestre del año, con 12 solicitudes, seguido por la promoción inmobiliaria, con seis peticiones presentadas en los juzgados, las mismas que la industria de bienen de consumo no duradero.

En cuanto a su antigüedad, casi la mitad de ellas -21- ya habían superado los 12 años de vida y, de éstas, diez tenían más de 20 años en el mercado.

Por último, el pasado trimestre también hubo un particular que se acogió al concurso de acreedores para reestructurar su deuda, la misma cifra que en 2015.