El abogado responsable del caso, Pedro Pérez, especialista en derecho bancario y de defensa de los consumidores, asegura que los jueces son cada vez más conscientes de que las compañías de telefonía y las entidades financieras utilizan la inscripción en el fichero de morosos «como un medio coercitivo para obtener el cobro de supuestas deudas que el cliente discute o niega», lo que facilita sentencias como la de Benidorm. Aún así, también reconoce que «muchos clientes simplemente saldan la deuda sólo para evitar líos, aunque las compañías no tengan razón». Y es que constar en uno de estos ficheros puede tener importantes consecuencias ya que suele ser suficiente motivo para la denegación de un crédito bancario. Lo que Pérez califica como «muerte civil y financiera» del afectado. d. navarro