Conforme los tipos de interés se han ido acercando a terrenos negativos, las entidades financieras se han volcado en la comercialización de hipotecas a plazo fijo, que blindan al cliente ante futuribles subidas aunque en este momento estén pagando intereses más elevados que con un préstamo a tipo variable. Las cifras son claras al respecto. En el último año, el número de hipotecas a tipo fijo ha pasado del 6,8% del total de nuevas operaciones a un 23,4%, a pesar de que esta fórmula es más onerosa, sobre todo si tenemos en cuenta que el euríbor está en negativo y que el tipo medio de las hipotecas fijas es del 2,49% en la actualidad.

El portal de ahorro Kelisto.es ha elaborado un informe en el que concluye que un consumidor que contrate ahora en la Comunidad Valenciana una hipoteca a tipo fijo tendría que pagar, de media, 23.190 euros de intereses, lo que supone un 5,95% más respecto de los 21.889 euros que le costaría un préstamo a tipo variable. O sea, 1.301 euros más. No obstante, ese sobrecoste podría dispararse hasta el 49,86%, es decir, 9.106 euros, en el supuesto de tomar como referencia la oferta fija más cara del mercado y la variable más barata.

A pesar de esta abultada diferencia, la Comunidad se sitúa en la parte baja de este particular escalafón nacional ya que los precios de las casas son bajos. Cuanto más suben, mayor es la diferencia.