Si en los próximos dos meses no se produce un milagro, la patronal autonómica Cierval no va a tener otro remedio que presentar en enero el concurso de acreedores. Fuentes empresariales consultadas por este diario aseguran que el detonante de esa decisión estará en la obligación de devolver unos 700.000 euros a la Generalitat por fondos de formación de la castellonense CEC. Esos requerimientos ascienden al millón, pero la valenciana CEV ya tiene provisionados los 200.000 que le corresponden y los 100.000 de la alicantina Coepa están en la misma situación por parte de Cierval. La autonómica, como organización cúpula, se hace cargo de la petición de fondos públicos que realizan sus asociadas y también debe cubrirlos si estas últimas no pueden.

Es lo que está sucediendo. Coepa está en concurso y la CEC lo va a pedir en noviembre. La deuda de la alicantina ya está dotada y la de Castellón, no. Resulta que los citados 700.000 euros corresponden al período 2010-2012 y en la organización temen que esa cantidad se incremente considerablemente cuando la Generalitat analice la gestión de los años posteriores. Esta es una de las claves por las que el informe encargado por la CEV ha desaconsejado que absorba a Cierval, que era la fórmula planteada inicialmente para resolver los problemas financieros de esta última. La CEV no ha descartado definitivamente esa opción, pero la supedita a lograr que Alicante y Castelló, es decir, sus dirigentes empresariales, estén dispuestos a hacer aportaciones monetarias a la par que lo haga Valencia. No solo eso, sino que también deben aceptar el nuevo modelo que aboga por la afiliación directa de sectoriales y empresas con el propósito de garantizar a futuro unos ingresos regulares a la autonómica que la hagan viable.

Ambas condiciones, a estas alturas y dado el rechazo que generan al norte y al sur, parecen de imposible cumplimiento. En consecuencia, las fuentes consultadas aseguran que hay pocas opciones reales de llegar a enero con un acuerdo entre todas las partes que resuelva los problemas de Cierval. Si es así, la autonómica se encontrará en enero sin los recursos necesarios para hacer frente a los requerimientos y no tendrá otro camino que presentar el concurso.