El presidente del Instituto de la Empresa Familiar (IEF), Ignacio Osborne, reclamó ayer «estabilidad institucional, regulatoria y económica» con el objetivo de consolidar la recuperación y «alcanzar nuevas cotas de renta y bienestar». Así lo apuntó Osborne en el Palacio de Exposiciones y Congresos de A Coruña durante la inauguración oficial del congreso que anualmente celebra este organismo. Un acto en el que también participó el rey Felipe VI, quien destacó que la «estabilidad» de las compañías familiares las hace especialmente valiosas en momento de crisis y dificultad económica.

El presidente del IEF señaló, por su parte, que la figura del monarca es un «símbolo de unidad que nos debe servir de ejemplo a todos para continuar trabajando en un mismo sentido y no poner en riesgo los esfuerzos realizados hasta ahora». Así, apuntó que «en estos momentos en los que estamos pendientes de la formación de gobierno, conviene recordar que la confianza es el principal aliado de la inversión y, por el contrario, la incertidumbre es su mayor enemigo».

Osborne aseguró que las empresas familiares son «sinónimo de permanencia, de duración y de longevidad» e instó a aprender de «su visión de largo plazo, el rigor, la disciplina, la austeridad, la cultura del esfuerzo, la asunción de riesgos, o el compromiso con el entorno social y el territorio» que practican.

«Crecer con raíces»

El presidente del IEF recordó que el lema escogido para el congreso de este año es «crecimiento con raíces» y destacó la necesidad de que las empresas familiares «ganen dimensión con el fin de mejorar su eficiencia y competitividad», aunque sin perder los valores sociales y de arraigo al territorio que caracterizan a este tipo de firmas. Al respecto, Osborne anunció que el congreso acogerá hoy la presentación de un estudio sobre este tema. «Somos la economía real, la que invierte, la que genera empleo, la que soporta las dificultades de poder cumplir con nuestros proveedores o nuestras obligaciones fiscales, y la que se ilusiona cuando ve un futuro de oportunidades y de nuevos proyectos», insistió el bodeguero.

Por su parte, el Rey definió a las empresas familiares como «la columna vertebral» de la economía española. Así, recordó que representan, de manera directa, casi el 90% de las empresas totales, «al tiempo que generan el 60% de la producción total». De ellas, destacó su «compromiso social y territorial», remarcando, especialmente, el papel de las pequeñas y medianas empresas «que constituyen el grueso de nuestro tejido productivo y son las más afectadas por la crisis», apostilló.

Además de Osborne y del Rey, participaron en la inauguración el el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, el presidente de KPMG en España, Hilario Albarracín, y el country head de Santander España, Rami Aboukhair.

Suspenso a los políticos

Durante la primera jornada del congreso también se dieron a conocer los resultados de la encuesta que habitualmente se realiza a los asistentes para conocer su opinión sobre la situación actual del país. En este sentido, los participantes en el congreso otorgaron un rotundo suspenso a la situación política, con un 1,79 sobre 9 -peor que la del año pasado, que fue de un 2,08-, mientras que aprobaron la situación económica, con un 5,31 a la situación económica, la misma que en 2015. El Instituto de la Empresa Familiar agrupa a las mayores compañías de este tipo de todo el país y entre sus miembros se cuenta también el presidente del Grupo Prensa Ibérica -editor de este diario-, Javier Moll. También forman parte de él diversas asociaciones territoriales, como la Asociación de la Empresa Familiar de Alicante o la Asociación Valenciana de Empresarios.